El consumo de alcohol en la vía pública, conocido coloquialmente como botelleo o botellón, es una tendencia que sin duda se ha ido extendiendo cada vez más entre jóvenes, llegando a ser causa de incidentes graves como fallecimientos por intoxicaciones etílicas.

Los conflictos derivados del consumo de alcohol en la calle crean opiniones totalmente opuestas. Por un lado están aquellos que están en disconformidad con las sanciones sobre el consumo de alcohol en la vía pública, ya que la situación económica de los jóvenes no les permite costearse las copas, y por otro lado, está la opinión que señala que el botelleo se relaciona directamente con los jóvenes y con el hecho de que estos comiencen a beber a una edad más temprana, además de las molestias que generan en las calles.

Ahora nos encontramos en una situación difícil derivada de la crisis sanitaria con motivo de la pandemia global provocada por el coronavirus Covid-19, donde probablemente se modifiquen algunas costumbres sociales y de encuentro entre jóvenes.

Uno de los encuentros sociales que habrá que controlar de cara al verano debe de ser el consumo y las concentraciones de jóvenes consumiendo alcohol en la vía pública.

Todo apunta a que la limitación de aforo y las medidas sanitarias que deben de establecer los establecimientos nocturnos, unido a una probable subida de precios debido a la reducción de clientes, lleve consigo a que proliferen los encuentros de jóvenes para organizar botelleos.

Por ello es vital que las administraciones públicas prevean este tipo de concentraciones que ya de por sí son muy comunes en época estival y que es muy probable que aumenten considerablemente en los próximos meses.

Sin duda, el papel de los padres y educadores es muy importante, ya que la cultura del alcohol como diversión debe de ir suavizándose a pasos agigantados, en donde tanto los riesgos sobre beber y la consecuencias que llevan consigo deben de ser un mantra entre los más jóvenes.

Según datos del Ministerio de Sanidad, muchos jóvenes se inician en el consumo de alcohol en España a partir de los 13 años, aunque los últimos datos estadísticos reflejan que la media de inicio al consumo de bebidas alcoholicas es de 16,6 años. En la actualidad el alcohol está muy presente en el tiempo libre y en las relaciones sociales de los jóvenes, tanto que el 75,1% de los adolescentes de 14-18 años ha consumido alcohol alguna vez en su vida, 6 de cada 10 adolescentes se ha emborrachado alguna vez en su vida y 1 de cada 3 lo hace una vez al mes.

El botelleo de por sí es algo difícil de erradicar, y es un hecho que sin duda crea bastante indignación entre los vecinos del lugar donde se realiza, siendo las principales quejas las relacionadas con el estado de la zona donde se ha practicado, ya que termina repleta de basura, vidrios, además de otras conductas relacionadas con el ruido y las molestias que se generan.

En los meses de invierno se encuentran identificadas algunas zonas en donde es habitual que los jóvenes consuman alcohol en la vía pública en la Región de Murcia, ya que en Cartagena, por ejemplo, destacan este tipo de encuentros en los alrededores del estadio de fútbol Cartagonova, zona universitaria o calle Aire. En la ciudad de Murcia algunas de las zonas donde es más usual el consumo de alcohol son la zonas de Atalayas, en Mariano Rojas, en los alrededores del Auditorio Victor Villegas o la zona de las tascas. Mientras que en el caso de Lorca, se concentran en la zona de las alamedas o en el barrio de la Viña.

Pero todo esto cambia con la llegada del verano, donde municipios costeros como Los Alcázares, San Pedro del Pinatar, San Javier, Mazarrón o Cartagena aumentan este tipo de concentraciones sociales en la mayoría de ocasiones muy cerca de discotecas. En todas estas zonas, los agentes de Policía Local, Guardia Civil o Policía Nacional velan por el cumplimiento de la normativa, denunciando a los jóvenes que consumen bebidas alcohólicas en la calle.

En cuanto a las sanciones por consumir alcohol en la vía pública, hay que destacar la Ley 4/2015 de Protección de la Seguridad Ciudadana, ya que castiga con multas de hasta 600 euros el consumo de bebidas alcohólicas en lugares, vías, establecimientos o transportes públicos cuando perturbe gravemente la tranquilidad ciudadana.