Según los estudios realizados, el principal riesgo de las piscinas debido al virus SARS-CoV-2 no es el agua, sino las interacciones personales que se produzcan por no respetar las distancias mínimas de seguridad y que no se realice una limpieza y desinfección adecuadas de las superficies de las zonas comunes.

Así las cosas, la reapertura de numerosas piscinas comunitarias de la Región aún está en el aire. En teoría, estas instalaciones pueden abrir en fase 2, en la cual se encuentra la comunidad murciana, pero, según administradores de fincas de la Región consultados por este diario, los requisitos que establece el Ministerio de Sanidad podrían ser «inviables» para la mayor parte de las comunidades de vecinos. Y es que, por ejemplo, controlar que las personas no se acerquen es algo que solo podría hacerlo un trabajador contratador para tal fin. Si esta figura no existiese, quedaría todo en la responsabilidad individual.

Para garantizar la distancia de seguridad, de al menos dos metros entre usuarios, será imprescindible el control de aforo y acceso a la piscina, dado que una vez completo el aforo establecido, el usuario no podrá acceder a la instalación hasta que no salgan otras personas. Esto está trayendo muchos quebraderos de cabeza a las comunidades de vecinos, que no saben si pueden o no abrir o como hacerlo.

Contadores de personas

Entre los muchos recursos, se pueden buscar soluciones como un contador de personas (como los que se utilizan en algunos deportes) que haya en la piscina y que el socorrista puede ir comunicando, según van saliendo del vaso de la piscina puede ir poniendo si hay diez o catorce personas dentro del vaso.

Otra medida, podría ser por tiempo, la comunidad puede establecer periodos de baño de 10 minutos o los que estipule y que tras ese tiempo, salir todos, y entren nuevos bañistas.

Hay opciones más avanzadas, como la de una nueva aplicación que permite gestionar tanto el aforo de la piscina como el control de los accesos. Con esta aplicación el usuario solamente tendrá que indicar el día, la hora y el número de personas para las que quiere realizar la reserva y recibirá un código QR en su móvil que le dará acceso a la instalación.

Para ello, bien el presidente de la comunidad o bien el administrador de la finca deberán configurar previamente la piscina en la aplicación. Una vez configurada la piscina, el administrador enviará por email a su buzón una invitación para poder acceder a la app de reservas. Una vez realizada la reserva, recibirá un código QR que le dará acceso a la piscina en el periodo de tiempo estipulado.

«Las recomendaciones dictadas por Sanidad son de muy difícil aplicación en las piscinas comunitarias, pero las comunidades de propietarios que quieran abrirlas tendrán que cumplir con lo establecido en la Orden de Sanidad», subrayan desde el Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas (CGCAFE).