La consejería de Empleo, Investigación y Universidades ha trasladado al ministro de Universidades, Manuel Castells, cinco medidas que considera prioritarias para la adaptación del sistema universitario en el próximo curso ante el nuevo escenario generado por la crisis sanitaria por Covid-19, informaron fuentes del Gobierno regional.

Esta comunicación se produjo durante la primera reunión del grupo de trabajo que ha comenzado a trabajar con la participación de cinco comunidades autónomas, el ministerio y diferentes representantes del ámbito universitario, para publicar a finales de junio un documento consensuado de recomendaciones operativas de cara al curso 2020/2021.

La primera de las medidas trasladadas por la directora general de Universidades, Josefina García León, fue la necesaria digitalización de las universidades, si bien la adaptación de las infraestructuras TIC puede ser individual o 'globalizada' por parte del Ministerio.

Esa digitalización implica grandes servidores y programas para preparar los materiales docentes telemáticos, las clases en 'streaming' o los exámenes 'online', y la consejería estima que debe especificarse el estamento responsable de su implantación y mantenimiento.

Otra de las medidas propuestas fue la apuesta por la transparencia y la claridad en el 'contrato' con el alumno para el próximo curso, es decir, en la matrícula y las guías docentes, recogiendo todas las posibles modificaciones que se realizarían en función de los diferentes escenarios relacionados con la pandemia.

Igualmente, García León subrayó en la reunión que la universidad debe ser también el motor de la recuperación económica, para lo que debe fomentarse la vinculación universidad-empresa. De cara a ese propósito, la consejería ve necesario el impulso de la universidad dual con la mejora y ampliación de las prácticas en empresas.

La cuarta propuesta aboga por que el ministerio establezca la financiación necesaria para poder llevar a cabo correctamente las adaptaciones necesarias, ya que los cambios que precisan las universidades tienen un coste elevado tanto a nivel material como personal.

Finalmente, García León también transmitió la necesidad de poner en valor la presencialidad de la docencia, señalando que en el próximo curso pueden presentarse escenarios que obliguen a ofrecer una docencia semipresencial.