La verja del colegio Maristas de Cartagena fue ayer el escenario de un momento muy emocionante.

Una mujer que vive en la residencia de mayores Amma pudo conocer a su biznieta, nacida durante el confinamiento, gracias a que ella y sus compañeros salen al patio del centro de enseñanza a hacer ejercicio, aprovechando que no hay alumnos y que la residencia y el colegio están comunicados. Los familiares de otros residentes también aprovechan para poder ver de esta singular manera a sus seres queridos hasta que se les permita entrar en las instalaciones.

El director de la residencia, Alfonso Pascual de Riquelme, explicaba que tras 60 días confinados el ánimo entre las personas que viven en Amma estaba decayendo. La solución era que pudieran salir y que les diera el sol pero el patio es muy pequeño por lo que buscaron otra solución.

Según Pascual de Riquelme «dentro de la prudencia absoluta y sin bajar la guardia consideramos todas las posibilidades para que todos los residente de una planta pudieran salir a la vez». La idea fue utilizar el patio de los Maristas.

El responsable del centro señalaba que «se consultó con el propio colegio y con las administraciones sanitarias y educativas, que dieron el sí».

Se puso en marcha un plan de contingencia que consistía en desinfectar y señalizar el espacio. Además, se informó a los familiares sobre la iniciativa y se alegraron mucho porque después de dos meses sin poder verlos , iban a estar cerca de sus seres queridos.

Y el resultado fue casi de cuento porque desde que los mayores salieron al patio comenzaron las muestras de cariño y las lágrimas que habían estado reprimidas durante mucho tiempo.

Pascual de Riquelme señala que el esfuerzo ha merecido la pena porque «para que salgan 30 personas tienen que estar con ellos 16 trabajadores. Se les baja uno a uno en ascensor y se les dan todas las medidas de seguridad aunque algunos las mascarillas no las toleran bien».

En la residencia están muy contentos con el resultado y piensan seguir con las salidas pero son cautelosos porque tienen 140 personas a su cargo y 90 trabajadores y han conseguido que no haya habido ni un solo contagio de coronavirus y esperan seguir así.

Por otra parte, ya se están preparando para cuando sean posible las visitas, en las que se seguirá el estricto código sanitario determinado por las autoridades competentes, que va a hacer que el proceso no sea tan rápido como se quisiera, pero que debe garantizar la seguridad.