El teléfono que habilitó la Consejería de Salud para consultas pediátricas el pasado 24 de marzo ha recibido cerca de 10.000 llamadas. Gracias a esta herramienta se evitaron desplazamientos a los centros de salud y a urgencias con el objetivo de garantizar la seguridad tanto de los pacientes como de los profesionales en los momentos más álgidos del contagio por COVID-19.

Este servicio telefónico, que finaliza hoy debido a la normalización de las consultas, ha conseguido dar asistencia a más del 90 por ciento de la demanda, evitando los desplazamientos al centro de salud en un momento en que se solicitó a la población que permaneciese confinada en sus domicilios, salvo salidas imprescindibles.

La edad media de los pacientes en estas llamadas fue de unos 3 años y medio aproximadamente y los menores de un año, el grupo que más consultó.

El motivo de consulta más demandado fue la fiebre aislada o asociada a sintomatología catarral, seguido de la cutánea o gastrointestinal. También fueron muy frecuentes las consultas de dudas sobre vacunas.

También ha sido fundamental para indicar la necesidad de acudir a urgencias para valoración a algunos pacientes cuyas familias tenían mucho miedo de ir a un centro sanitario.

Una veintena de pediatras atendió las consultas telefónicas a través del número 607 75 01 13, que ha estado funcionando ininterrumpidamente de nueve de la mañana a nueve de la noche y de lunes a domingo.