El hospital Morales Meseguer, que ha soportado el mayor número de pacientes con coronavirus de toda la Región, despidió este lunes a su último afectado por SARS CoV-2, lo que supuso un momento de gran alegría, pero que, sin embargo, apenas ha dado tiempo a analizar porque la preparación ante un posible rebrote no puede esperar.

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Así lo explica la subdirectora médica del citado centro hospitalario, Susana Raigal, a la que apenas había dado tiempo a aterrizar en ese cargo el pasado mes de diciembre, pocos meses antes de que la OMS decretase la pandemia.

En estos dos meses y medio, por el hospital han pasado 120 contagiados por coronavirus, de los que unos 60 llegaron a estar simultáneamente en el centro: Unos 40 en planta y hasta 21 a la vez en cuidados intensivos, cuando la capacidad de su UCI es de 18 camas.

"A finales de marzo, hubo un momento muy crítico, en el que teníamos a 22 pacientes covid ya ingresados y la previsión era que llegarían 60 más en un fin de semana. Fue el momento de mayor tensión, porque nos veíamos desbordados, pero finalmente el pico no fue tan alto como se esperaba", apunta Raigal, que habla de muchos factores para analizar la situación de la comunidad autónoma, desde el buen trabajo de la atención primaria para evitar el colapso de las urgencias hasta un cierto toque de "suerte".

En las últimas semanas, como en el resto de hospitales murcianos, la presión por la covid-19 ha ido bajando y este 25 de mayo, el Morales Meseguer decía adiós al último de sus ingresados: un hombre de 74 años que fue hospitalizado el 10 de abril y que ha pasado por el durotrance de permanecer intubado en la UCI.

Alfredo Hernández es uno de los enfermeros que lo ha atendido durante sus últimos días en la planta del área de infectados, que llegó aestar dedicada por completo a contagiados por coronavirus.

El trabajo de estos meses ha sido tan intenso, asegura, que ni siquiera ha sido consciente de que ayer el hospital quedaba libre delvirus, al menos de momento.

"Al principio todo fue un caos: no había protocolos de actuación, las pautas cambiaban cada día, faltaba material de protección y había queimprovisarlo. Hemos pasado por mucho estrés. Ahora hay más experiencia, más materiales y más protocolos. Pero un rebrote muygrande, de muchos casos a la vez, supondría volver al principio", apunta.

Por eso, ha lamentado que "la gente de la calle ha perdido el miedo" y se están incurriendo en conductas irresponsables que podrían generar nuevos contagios, pro lo que ha hecho un llamamiento a la prudencia.

También Raigal recuerda que la pandemia no ha pasado y es fundamental estar preparados para posibles repuntes ya que en la Región de Murcia, además, el grado de inmunidad de la población es muy bajo debido a los pocos casos registrados.

Además, entre los sanitarios surge ahora otra preocupación: la de los pacientes con otras patologías que llevan más de dos meses sin acudira revisiones, sin someterse a pruebas diagnósticas.

"Algunas personas han empeorado, pero tienen miedo de acudir a los servicios médicos. Hay que recuperar su confianza", apunta.

Para Raigal, además, esta pandemia ha generado también una nueva manera de orientar la medicina, de "reinventarse", que serábeneficiosa a largo plazo y ayudará a implantar "una medicina más efectiva", multidisciplinar, en la que el paciente podrá evitardesplazamientos utilizando la "telemedicina" para determinadas consultas y revisiones que se han demostrado eficaces durante lapandemia.

No se trata de sustituir la atención presencial, que seguirá siendo necesaria en muchos casos, apunta, sino de innovar y mejorar,aplicando métodos que "antes parecían impensables".

Implementar esos métodos, seguir atendiendo a los pacientes y estar vigilantes ante posibles nuevos contagios: el Morales Meseguer ha quedado libre de covid, pero la actividad sigue con intensidad en el hospital del centro de Murcia.