La entrada en la fase 2 de la desescalada trajo ayer aparejada la apertura de las playas de la Región de Murcia, pero el fuerte viento y los trabajos que se están ultimando en algunas zonas, hicieron que no hubiera una gran afluencia de ciudadanos y que, en ciertas partes del Mar Menor, ondeara la bandera roja que prohibía el baño.

Es el caso de Los Alcázares, donde las playas estaban completamente desiertas. Su alcalde, Mario Pérez Cervera, señalaba que «es a consecuencia de las obras que está realizando la Demarcación de Costas para paliar los daños de las DANAs. En estos días vamos a decidir las medidas que vamos a tomar para evitar contagios por coronavirus».

En San Javier en la playa de Colón de Santiago de la Ribera, también era visible una gran bandera roja y la playa estaba casi desierta, el alcalde, José Miguel Luengo, explicaba que «Costas está terminando unos trabajos en esa playa y en la zona de Veneziola, en el Mar Menor. En los 35 kilómetros restantes de playa del municipio, se ha abierto con normalidad».

En los otros municipios costeros, la llegada de bañistas se ha visto condicionada por el viento. Así lo señalaba la alcaldesa de Águilas, María del Carmen Moreno, que además considera que lo complicado va a ser el próximo fin de semana y que por eso, «estamos preparando cartelería recordando las normas sanitarias y otros soportes explicando lo que se puede y no se puede hacer en la playa. Por ejemplo, no se puede comer, salvo los niños pequeños».

En Mazarrón, la normalidad ha sido la nota predominante y algunos ciudadanos se han animado, a darse el primer baño, pero según el alcalde de la localidad, Gaspar Miras, «no ha sido una asistencia masiva. Estamos trabajando para dotar a nuestras 11 playas de informadores que recuerden a los ciudadanos cómo tienen que actuar».

En San Pedro del Pinatar, todas las playas abrieron, pero hubo pocos bañistas. La alcaldesa, Visitación Martínez, destacaba que «de cara al fin de semana se van a reforzar los efectivos de vigilancia».

En Cartagena, efectivos de Policía Local y de Protección Civil velaron para que se respetasen las medidas de distanciamiento social y se controlaron los accesos en Cala Cortina y El Portús, playas donde también se disminuyó el aforo y sólo se podía estar 4 horas. En el dispositivo de seguridad está colaborando la Guardia Civil. La alcaldesa, Ana Belén Castejón, anunciaba que «estamos diseñando una app para que todos los ciudadanos estén informados, en tiempo real, del estado de cada una de las playas que tenemos».