Si el confinamiento desplomó el delito, en la desescalada hacia la nueva normalidad vuelven a hacer de las suyas los amigos de lo ajeno, que, sin embargo, desde hace dos meses no cometen, en la Región, asaltos en viviendas.

Los robos en pisos de la Región, de este modo, casi han desaparecido del panorama delictivo diario por razones obvias: nunca antes los moradores han pasado tantas horas y días seguidos dentro de sus domicilios, donde cumplían el obligado confinamiento impuesto por el estado de alarma decretado por coronavirus.

Es más, muchos de los ladrones que se dedicaban a asaltar domicilios en la Región formaban parte de bandas itinerantes, profesionales en el 'oficio', que, tras cometer el asalto, se marchaban de la comunidad, incluso de España. La imposibilidad de que estos grupos organizados llegasen a Murcia ha frenado su actividad delictiva.

Ahora, cuando ya se puede ir saliendo, cada vez con menos límites, desde las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en España, también en la Región, se preparan ya para lo que creen que va a venir junto con la 'nueva normalidad': se pondrán las denuncias que hasta ahora se habían mantenido en lista de espera, entre otras razones, por las restricciones a salir de casa impuestas por ese mismo estado de alarma, pese a que las oficinas de denuncias estaban abiertas. Pero solo para lo urgente e inaplazable.

Los delitos más denunciados vuelven a ser los robos en establecimientos y los perpetrados en el interior de vehículos, junto con extravíos y estafas a través de Internet, que se están disparando, indican fuentes policiales.

Interior lanzó un comunicado el pasado 1 de mayo para presumir de la caída de la delincuencia durante las primeras semanas de estado de alarma, justo cuando más restricciones a la movilidad había. Un informe que tenía en cuenta las actuaciones de Policía Nacional, Guardia Civil y aquellos cuerpos de Policía Local que habitualmente facilitan datos al sistema.

Obviamente, era un escenario irreal. Precisamente por eso, desde las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en la Región indican que ahora se esperan denuncias que no se hicieron en su momento, bien porque las víctimas no conocían el delito que habían sufrido (un fraude del que tienen conocimiento después, por ejemplo) o porque no era urgente ponerlo en conocimiento de la Policía. En este supuesto se encontrarían las estafas, en muchas ocasiones a través de la Red. También lo referente a segundas residencias.

Y es que uno de los delitos 'ocultos' se dio en los apartamentos de la playa, a los que sus propietarios llevaban dos meses (más, en algunos casos) sin ir. Allí han producido, por ejemplo, intentos de okupación, los cuales fueron frenados por el aviso de vecinos o testigos, que propició la rápida intervención de la Policía.

No obstante, desde las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad hacen un llamamiento a la calma y recuerdan que la constante presencia policial en la calle, reforzada para velar por el cumplimiento de las normas, disuade a estos delincuentes.

Javier Monje, del SUP en la Región. Israel Sánchez

El secretario general del Sindicato Unificado de la Policía (SUP) en la Región, Javier Monje, comenta que «no tenemos datos hasta el momento que puedan indicarnos un aumento de un tipo delictivo generalizado, si bien como ya pasó en la crisis económica de 2008, se cometieron hurtos de hierros, cable de cobre y otros metales para su venta en las chatarrerías».

«También algún robo con intimidación en gasolineras u otros establecimientos por personas ya en la cincuentena de edad y que nunca habían cometido ningún ilícito penal, todo ello a fin de poder comer o pagar el alojamiento y no dormir en la calle», apunta Monje.

Por su parte, Alberto García Vilas, secretario regional de Jupol Murcia, confirma que «los delitos que más se ha reducido son los robos con fuerza en domicilios, hurtos, y delitos de lesiones».

Alberto García Vilas, de Jupol Murcia.

«Una vez se acerque a la normalidad la vida económica y social, volverán los hechos delictivos habituales, aunque sí es cierto que los robos con fuerza en domicilios continúan muy reducidos, ya que muchos moradores pasan mucho tiempo en casa debido a la limitación que conlleva este estado de alarma», dice.

«Los delitos que se han incrementado son los relacionados con la convivencia familiar, desobediencias, y, en general, los incumplimientos de las medidas del real decreto», comenta el responsable de Jupol.

«Caldo de cultivo» del delito

El profesor de Criminología de la Universidad de Murcia (UMU) Alberto Pintado opina que «ante la nueva normalidad que nos está tocando vivir, la sociedad actuará de formas muy diversas, intentando con ello, adaptarse e integrarse a un nuevo modelo de vida».

«La criminología, entre otras muchas cosas, nos enseña que la criminalidad puede estar relacionada con una serie de circunstancias que determinan la personalidad del delincuente y lo 'ayudan' a la comisión de determinadas conductas penales», destaca. «Así, factores relacionados con la socialización, la economía y el entorno físico constituyen la base confluyente de un itinerario criminal que redirige las acciones hacia un camino de hurtos y robos, por ejemplo», manifiesta.

Alberto Pintado, profesor de Criminología de la UMU.

Pintado detalla que «los sujetos con tendencias delictivas encuentran arropo en esta y otras realidades. Por ende, la situación que se vive en la actualidad, sin ser justificativo de ninguna conducta disruptiva o antisocial, conforma un campo de cultivo prolífero para que empiececen a florecer las acciones ilícitas en torno a la delicuencia. Y, de esta forma, en numerosas ocasiones, las personas pasan de ser víctimas de una situación a verdugos de muchas otras».