«Estamos todavía a la espera de saber si tenemos que acotar o no, porque esta tienda tiene más de 400 metros. Estamos acondicionando todo, porque nos quedamos un poco entre invierno y primavera, que estábamos en plena campaña de esquí, y volvemos con verano-verano». Así se expresa Fina Imbernón, trabajadora de Interspor-Tovarsport, uno de los negocios ubicados en el Centro Comercial Thader, en Murcia, que el lunes volverá a abrir si, previsiblemente, la Región pasa a la fase 2 de la desescalada.

Los centros comerciales de la Región han duplicado su personal de limpieza y seguridad ante la inminente reapertura total, que se producirá el día 25, siempre y cuando el Gobierno central permita a Murcia pasar de fase.

Coinciden los responsables de centros como el Dos Mares (San Javier), el Parque Almenara (Lorca) y Espacio Mediterráneo (Cartagena) en que se están poniendo «todos los medios» para que sea cien por cien seguro ir a estos lugares, donde habrá dispensadores de geles y cartelería para detallar dónde están, por ejemplo, los dos metros de separación.

Ventiladores gigantes en el Espacio Meditarráneo de Cartagena. Iván Urquízar

Todos los centros, además, están equipados con mecanismos que «cuentan personas», explican sus gerentes. A esta tecnología, que usa rayos infrarrojos para recoger datos de los individuos entrantes y salientes del lugar, se une el factor humano: habrá más trabajadores de seguridad.

«Si hubiera algún exceso de afoto, se pararía la puerta de entrada y se dejaría abierta solamente la de salida», hace hincapié José Samper, adjunto a la gerencia en el Dos Mares de San Javier.

Coincide con él Rosana García, subdirectora del Parque Almenara, que ve a la «gente bastante cauta», aunque cree que «poquito a poco, y con todos los medios, espero que se vaya animando» a volver al centro comercial.

En Espacio Mediterráneo, mientras, han adoptado «más de 300 medidas» de cara a una reapertura con garantía, remarca su gerente, José Mª Pasqual del Riquelme. Una de esas medidas pasa por la instalación de «ventiladores gigantes en el techo», en sustitución del aire acondicionado, dado que algunos médicos y microbiólogos han advertido que el SARS-Co-2 podría viajar por sus conductos y ser impulsado más allá de los dos metros de seguridad fijados. Con los ventiladores gigantes se espera «dar una sensación de frescor y un ambiente más saludable» sin riesgos, apostilla el gerente. El objetivo, «hacer del centro un sitio tan seguro como puede ser su casa», manifiesta.

«Hay muchas ganas de abrir», subraya, desde el Thader, Imbernón, quien cree que, cuando la pandemia se mitigue, «va a ser difícil que volvamos a las aglomeraciones que teníamos hace unos meses, pero sí que es un poco estresante desinfectar todo: el datáfono, el mostrador cada vez que se termina una venta, probadores teníamos ocho habilitados y solo van a quedar dos...»

Además, en el Thader «se están ampliando las terrazas, que era un proyecto anterior» a la pandemia, explica la trabajadora, que celebra que «durante estos meses que hemos estado cerrados, se han agilizado mucho las obras».

Preguntada por si cree que habrá miedo de volver a las grandes superficies, apunta que «el cliente sale con precaución», así como que «la atención es más personalizada, esperas a que te atiendan, solo te pruebas una prenda cuando tienes la decisión tomada... porque, claro, ese producto hay que desinfectarlo».

Una persona siempre en el baño para limpiar detrás de cada cliente

Rosana García, subdirectora del Parque Almenara, en Lorca, asegura que, por prevención, en la puerta de los servicios de este centro comercial habrá siempre un trabajador que procederá a limpiar el aseo una vez salga del mismo el cliente que haya hecho uso de la instalación.

Además, se han cerrado algunos baños, concretamente la mitad. «Si teníamos veinte, ahora serán diez», apunta García, al tiempo que destaca que también «se ha reforzado el número de papeleras», para que la gente tire sus guantes y el centro llevar un mejor «control de residuos».