Los migrantes que desembarcaron el miércoles en la Región fueron ayer llevados en autobús a Murcia y se ocupará de ellos una organización humanitaria, mientras el Centro de Internamientos de Extranjeros (CIE) de Sangonera permanece cerrado.

Países africanos como Marruecos, Argelia y Senegal blindaban ya en marzo sus fronteras por precaución ante la pandemia. Se trata de los principales lugares receptores de inmigrantes 'sin papeles' deportados desde la Región. Mandar de nuevo a estas personas a su país de origen es algo que, debido a la situación, ahora mismo no se puede hacer, dadas las restricciones que los estados han impuesto por la epidemia, enfermedad a nivel global que solo en la comunidad murciana ha costado la vida a más de un centenar de personas.

Cuando llegan a puerto, miembros de Cruz Roja les toman la temperatura «con cierta distancia, con los termómetros de infrarrojos», indican fuentes de la organización, que comentan que ellos ya estaban acostumbrados a contar con medidas higiénicas y sanitarias fuertes para con estas personas. Todos los que han desembarcado estos días se encuentran en buen estado de salud.

Así, los extranjeros llegados el jueves a Cartagena fueron llevados ayer al muelle de Santa Lucía, donde un autobús esperaba para trasladarlos a la capital murciana. Agentes de la Policía Nacional, Cuerpo que tiene las competencias en Extranjería, vigilaban el traslado. Ahora serán las asociaciones solidarias las que les den techo y apoyo, a no ser que tengan allegados en la provincia, con los que quedarse.

En el caso de que alguna de las personas fuese sospechosa de estar infectada, «supervisamos la realización de esa cuarentena», afirman desde Cepaim, donde garantizarán «la alimentación y demás necesidades de estas personas» en principio sin arraigo en la Región de Murcia.