Los vendedores ambulantes pudieron volver a montar ayer sus puestos en los mercados semanales de Murcia después de que el estado de alarma decretado el pasado 14 de marzo frenara en seco su actividad.

Sin embargo, los clientes que se acercaron ayer a cualquiera de las nueve pedanías murcianas en las que se celebraba mercado el lunes no pudieron hacer su compra como siempre. Los guantes, mascarillas y gel hidroalcohólico se han convertido en en parte de la rutina, aunque lo que más sorprendió fue la presencia de personal de seguridad privada (contratado por la Concejalía de Comercio y Mercados ante la falta de inspectores) en la entrada de cada recinto tomando la temperatura a cada uno de los clientes que se disponía a hacer su compra.

Los mercados de Algezares, Barqueros, Era Alta, Guadalupe, La Alberca, Lobosillo, Monteagudo, Rincón de Seca y Sucina sirvieron ayer para hacer la prueba de cómo funcionarán los 53 que se vienen celebrando semanalmente en el municipio de Murcia, aunque en esta fase 1 se ha dejado fuera por sus grandes dimensiones los de La Fama, Santa María de Gracia, El Palmar y Puente Tocinos, que abrirán más adelante.

A quienes más sorprendieron las medidas de seguridad fue a los clientes de más edad, quienes no entendían que se les tomara la temperatura al entrar al de La Alberca. En este, por ejemplo, se estableció un aforo máximo de 30 personas y el vigilante y los responsables de Protección Civil no dejaban entrar a ningún cliente hasta que saliera uno anterior.

Esto llevó a que se formara una cola considerable de compradores preparados con sus carros, quienes intentaban resguardarse del calor de la mañana a la sombra de alguna vivienda.

Además, al haberse limitado la presencia de puestos a un 25 por ciento, la presencia de los vendedores se ha hecho por sorteo, dando prioridad a los de productos de alimentación y alguno de ferretería, tal y como explica Fulgencio Barba, vendedor y presidente de la Asociación de Vendedores Ambulantes de Murcia. «Es un modelo que se está haciendo en todas las ciudades, aunque cada ayuntamiento lo organiza en función de su capacidad», señala. Y pone como ejemplo el caso de Alcantarilla, donde los dos mercados semanales se han unificado en el Recinto Ferial. «Pero en Murcia eso es impensable con más de 50 mercados semanales», apunta.

Barba teme que muchos de sus compañeros se tengan que volver a casa con la mercancía sin vender, ya que «con este modelo es difícil que el negocio funcione».

Por su parte, el concejal de Comercio, Mercados y Vía Pública, Juan Fernando Hernández, afirma que en este primer día de mercados todos los protocolos han funcionado y espera poder seguir manteniendola la seguridad durante los próximos días, ya que los inspectores de mercados tendrán que reincorporarse a las plazas de abastos a final de semana, ya que jueves y viernes son los días con más actividad.