María Díez dice que hay que buscar alternativas. "Estamos viendo que hay que apostar por la venta online", dice la dueña de la tienda de ropa infantil Pizachi. Otra alternativa: "Como no va a haber comuniones ni bautizos de momento, estamos ofreciendo vales a las clientas por un traje para la temporada que viene", explica.

A Natalio Morcillo le está yendo mejor: "Tengo una clientela fija, supongo que eso atenúa la crisis, pero tengo claro que hacer rebajas ahora mismo sería la ruina, acabamos de recibir material, no podemos rebajarlo", cuenta.

Hoy, que en condiciones normales se inaugurarían las rebajas, también pueden abrir los comercios de más de 400m2 fuera de centros comerciales. Sin embargo, la afluencia es escasa: "La gente sale a pasear y compra lo esencial, creo que la cosa se normalizará con el paso de las semanas", explica Mar López desde detrás de la mampara del Bershka de la Gran Vía.

Las administraciones de lotería también han levantado la persiana. La dueña de El Gato Negro, Maite Serrano, explica que los sorteos atrasados (como el del día del Padre) se irán celebrando cuando todo el Estado se encuentre en la misma fase. "Es una cuestión de solidaridad", apunta.