Villegas señala que «a nuestro juicio el uso de mascarillas debe ser obligatorio en lugares públicos cerrados y en todos los sitios al aire libre donde no se puedan garantizar dos metros de distancia entre personas».

Las mascarillas, verdadero icono de las epidemias, han sido desde que se inició la crisis sanitaria objeto de debate sobre la conveniencia de su uso y motivo de polémica, tanto por las sucesivas partidas defectuosas retiradas como por los casos de especulación, debido a su escasez en las primeras semanas, lo que dio lugar a precios abusivos.

El debate sobre su uso se inició con la pandemia y todavía continúa, hasta tal punto de que el Ministerio aún no ha tomado una decisión sobre su obligatoriedad, por la que abogan comunidades como Murcia, Madrid y Cataluña, entre otras.

«Hay argumentos a favor y en contra», ha dicho Illa, quien indica que «estamos en la fase de evaluar» si procede o no hacer obligatorio el uso de la mascarilla en determinadas situaciones, como en la vía pública cuando no se puede guardar la distancia de dos metros, que ahora se considera sólo «altamente recomendable».

Otra cuestión, y no menos importante, es qué tipo de mascarillas son las adecuadas. En ese sentido, el Ministerio de Consumo desaconsejaba el jueves el uso en la población en general de mascarillas tipo FFP2 y ha recordado que éstas sólo están recomendadas para profesionales en contacto con el virus y colectivos vulnerables bajo prescripción médica.

Siguiendo los criterios de la comunidad científica, se recomienda el uso de las llamadas mascarillas higiénicas en el caso de las personas sanas y sin contacto con la Covid-19 y de las quirúrgicas para las personas que hayan resultado contagiadas, tengan o no síntomas.

Controles de movilidad

Tras la reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, el consejero murciano también anunció que el Ministerio del Interior va a publicar una orden para reforzar los controles de movilidad.

Además, Murcia ha pedido expresamente al ministerio que brinde más autonomía, haciendo así una realidad la cogobernanza. En este caso, la Región solicita que las comunidades tengan soberanía a la hora de restringir ciertas actividades o el número de personas para ciertos eventos dentro de una fase que previamente sea autorizada por parte del Ministerio. «Se trata de de restringir y no de ampliar actividades. En este sentido, queremos ser restrictivos en la apertura de los centros de día y más adelante los centros sociales», explica el consejero murciano.

Otro de los asuntos que Manuel Villegas volvió a poner ayer sobre la mesa es el tema de las franjas horarias. «Tenemos necesidad de que se modifiquen o nos permitan la modificación de franjas horarias y seguimos apostando por preservar el tramo de mañanas y tardes a personas vulnerables y acudir a la corresponsabilidad para el empleo del resto de horas», indica.

Además, Murcia ha vuelto a solicitar información relativa a las playas, ya que «necesitamos tiempo para que puedan adaptarse», así como sobre el uso de piscinas comunitarias y guarderías privadas, asuntos sobre los que el Ministerio dice seguir trabajando.

Fernando Simón en la Asamblea

Su portavoz en la Cámara, Joaquín Segado, entiende que será «determinante escuchar a la máxima autoridad nacional en la gestión de la pandemia» para analizar el perfil sanitario de la región en esta crisis y el impacto del coronavirus en la población con el objetivo de proponer medidas destinadas a frenarlo. El partido quiere que comparezcan representantes de «los principales sectores económicos, sociales y sanitarios con el fin de un dictamen que eleve un amplio y solvente paquete de propuestas al Gobierno regional», entre ellos, el secretario de Estado de Infraestructuras, Pedro Saura.