El pequeño comercio ha tratado de evitar que las grandes empresas quisieran utilizar las rebajas para llevarse a los clientes después de los dos meses de cerrojazo impuesto por el coronavirus, pero la batalla se ha trasladado al comercio online. Mientras que las marcas conocidas y las grandes superficies intentan conseguir ventas en Internet, el Gobierno central ha desconcertado a los comerciantes con una orden que impide las campañas de rebajas en las tiendas físicas de las comunidades que, como Murcia, han entrado en la Fase 1 de la desescalada para evitar las aglomeraciones de clientes, aunque no las prohíbe en el comercio electrónico.

La paradoja es que desde hace semanas los comerciantes de la Región han venido pidiendo a la Comunidad Autónoma y al Gobierno central que aplazaran las rebajas de verano para evitar que la competencia de las grandes superficies les obligara a echar por tierra sus precios antes de llegar a iniciar la campaña de verano.

Esta petición chocaba con la reforma de 2012 que liberalizó el comercio y eliminó el calendario oficial de rebajas, lo que deja a cada empresa la libertad para fijar el suyo propio. Sin embargo, pese a no existir una regulación oficial, el arranque de las rebajas ha seguido produciéndose en invierno y en verano en las fechas marcadas de hecho por las grandes cadenas.

Y cuando el Gobierno ha prohibido las rebajas en las tiendas físicas de las comunidades que han entrado en la Fase 1 de la desescalada del estado de alarma, la patronal nacional del comercio ha considerado «una incoherencia» la disposición del Ministerio de Sanidad publicada en el BOE del pasado sábado que impide a los establecimientos físicos hacer promociones y rebajas para evitar las aglomeraciones.

Por su parte, la vicepresidenta de la Federación Murcia Área Comercial (Femuac), Carmen Piñero, se pregunta qué sentido esta orden cuando las tiendas con una superficie inferior a los 400 metros, que son las únicas que han abierto, tienen limitado el aforo al 30%. «Una cosa son las campañas de rebajas y otras los descuentos», puntualizaba Piñero, que también preside la Asociación Triángulo de Murcia.

Piñero se pregunta, además, si la orden impide realizar cualquier tipo de descuento o promoción y se queja de las dificultades que tienen las empresas para descifrar la normativa que ha venido dictando el Ejecutivo desde que se declaró el estado de alarma.