La Región de Murcia no tiene ninguna prisa por que los centros de mayores vuelvan a la normalidad. «Fuimos los primeros en cerrar los centros residenciales y vamos a ser los últimos en abrirlos», anunciaba ayer la consejera de Mujer, Igualdad, LGTBI, Familias y Política Social, Isabel Franco. La Comunidad piensa así ralentizar la desescalada en las residencias de ancianos y de personas con discapacidad, que ya de por sí no pueden recibir visitas hasta la Fase 3, que comienza el 8 de junio.

El Instituto Murciano de Acción Social (IMAS) está trabajando en una instrucción que permite el desconfinamiento interno de los centros residenciales de mayores. De esta forma, sus 5.000 usuarios podrán hacer uso de las zonas comunes, del comedor, gimnasio, zonas de esparcimiento, bajo las medidas de seguridad establecidas por las autoridades sanitarias, especialmente en cuanto a distanciamiento social, por lo que se deberán establecer turnos de uso que así lo garanticen.

Por lo demás, la número dos del Gobierno regional opta por la prudencia y descarta poner en marcha cualquier otra medida de desescalada en estos centros para evitar contagios entre los residentes. «Vamos a retrasar la desescalada en toda su extensión salvo el desconfinamiento interno», recalcó la consejera Isabel Franco.

Respecto a los centros de personas con discapacidad, como el lunes está previsto que empiece la Fase 1 de desescalada, desde el IMAS recomiendan a las entidades que prestan servicios de atención temprana, centro de día y promoción de la autonomía personal, entre otros, que pongan en marcha el acondicionamiento de las instalaciones, la provisión de material y otras medidas previas al inicio de la actividad presencial.

El Instituto revisará los protocolos de desconfinamiento y, a partir del lunes, empezará a tomar citas para tratamiento de pruebas específicas.

A día de hoy, continúan siendo cinco los centros afectados por la Covid-19 (cuatro residencias y un centro de discapacidad), en los que han fallecido hasta 66 personas, que representan casi el 50% del total de víctimas mortales de la pandemia en la Región (137). No solo los residentes han sufrido la enfermedad (293 afectados), sino que hasta 85 trabajadores fueron contagiados por el SARS-CoV-2. Actualmente quedan 79 casos positivos en estos centros.

Desde Política Social recuerdan que estos datos son los segundos menos malos de toda España, sólo por detrás de Canarias. El IMAS gestiona o tiene plazas concertadas en 107 residencias de la Región. De ellas, 55 son de personas mayores (7 públicas y 48 concertadas) y 52 de personas con discapacidad.

Ciertamente, la situación epidemiológica es muy buena en Murcia, sin embargo, la entrada de la Región en la Fase 1, podría suponer un peligro para los colectivos más vulnerables de las residencias, que ahora están confinados sin poder recibir visitas.

El primer estadio de la desescalada supone que ya se permitirían reuniones de hasta 10 personas dentro y fuera de casa, la apertura de terrazas al 50% de su capacidad y de tiendas de menos de 400 metros cuadrados sin cita previa, mercadillos al aire libre en la vía pública y el acceso a iglesias. Estas nuevas medidas preocupan a la Consejería de Política Social, que considera que la reapertura de las residencias debería hacerse una vez estén seguros de que el virus no vuelve a propagarse con la desescalada.

Pastores contra la soledad

Los residentes de centros de mayores tienen la posibilidad de recibir llamadas de pastores de ovino y caprino que se ofrecen a conversar por teléfono con las personas que están confinadas y experimentan la soledad. Les ofrecen una ventana al campo, con el balido de sus ovejas y el sonido de los cencerros, ya que ellos están acostumbrados a bregar con la soledad durante muchas horas al día y todo el año solo con sus perros, burros y rebaños.

La campaña 'Compartiendo soledad', a la que se han sumado pastores de Murcia, se dirige a cualquier persona en soledad, tanto en su domicilio como en residencias o ingresados.