El Servicio Murciano de Salud (SMS) ha retirado un nuevo lote de mascarillas FPP2 que podrían ser defectuosas y está comprobando su efectividad y nivel de protección. Se trata de un lote de 30.000 unidades de este material (de las que 16.000 ya habían sido distribuidas) que el SMS había comprado a un distribuidor español y que entre sus calidades incluía un nivel de filtrado del 95 por ciento, material de protección que contaba con certificados de acreditación chinos pero con reconocimiento internacional.

La alerta saltó el pasado 27 abril cuando desde el Hospital Virgen de la Arrixaca comunican al SMS que un lote de mascarillas FPP2 con el mismo número de registro incluye dos modelos distintos, cuando deberían ser todas iguales. Ese mismo día el Servicio Murciano de Salud recibe un informe de CCOO alertando de esta misma anomalía, por lo que da orden de paralización para que no se sigan distribuyendo en los centros sanitarios y que aquellos que las tengan dejen de utilizarlas hasta que se verifique su nivel de calidad.

El gerente del SMS, Asensio López, explica a LA OPINIÓN que en ese momento «nuestro servicio de prevención nos dice que no hay ninguna alerta sobre ese modelo de mascarillas y preguntamos a la empresa, a la que habíamos hecho una compra de 30.000 mascarillas FPP2». La empresa suministradora dice al SMS que como no tenía suficientes unidades de filtrado 95 por ciento para llegar hasta las 30.000 encargadas, completó el lote con otras mascarillas de un filtrado superior, del 99 por ciento, también homologadas.

No obstante, los responsables sanitarios de la Región de Murcia han mandado a validar estas mascarillas a una empresa de Alicante y esperan tener el resultado de la acreditación entre hoy y mañana para conocer si cumplen los requisitos de su certificado y saber si pueden seguir utilizándose. López indica que «aún así, seguimos haciendo comprobaciones por si salta alguna alerta sobre este modelo de mascarillas».

El informe de CCOO sobre este material alertaba de una diferencia importante de peso entre los dos modelos y al abrirlas comprobaron que unas tenían tres capas de grosor y otras cuatro. Además, unas mascarillas llevaban un clip nasal metálico y visible, mientras que las otras no. Por lo que CCOO lo comunicó al SMS y puso en duda la autenticidad de la certificación CE. El sindicato afirma que se han estado usando también en hospitales de Lorca y Cartagena.

Ante esta situación, el sindicato médico Cesm denuncia «la inseguridad con la que trabajan los profesionales en contacto con pacientes Covid-19y exige el máximo control del material que se facilita a los profesionales, «los cuales no pueden trabajar con la incertidumbre de saber si sus equipos de protección están debidamente homologados».

Desde Salud insisten en que todas las mascarillas «se han inmovilizado en la plataforma de compras del SMS de forma preventiva, y se ha dado instrucción de que no se utilicen hasta que se verifiquen». A la vez que afirman que en «todas las compras que se hacen desde la Unidad de Aprovisionamiento Integral (UAI) cuentan con todas las certificaciones y validaciones».