La ministra de Educación, Isabel Celaá, ha anunciado que las clases tendrán que reducir su número de alumnos a la mitad el próximo curso, con un máximo de 15 por aula, si antes no llega la vacuna contra el coronavirus. En este supuesto, habría que compaginar, además, la docencia presencial con la telemática.

«La ministra dice que es algo que se está trabajando con las comunidades y en nuestro caso no hemos tenido ningún tipo de contacto con el Ministerio referido a esto», aseguran desde la Consejería de Educación de la Región, al tiempo que añaden que «la propuesta es algo que deberemos analizar con las circunstancias de nuestra comunidad y las recomendaciones sanitarias».

Por su parte, Paqui López, presidenta de la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos Juan González, explica que «nos parece bien que los centros estén abiertos, si se cumple la conciliación», y deja claro que «lo importante es garantizar la salud de los menores y del profesorado.

López remarca que ahora mismo, con los colegios aún cerrados, «las familias tienen un grave problema de conciliación», puesto que «todo el mundo está empezando a trabajar», muchos ya de forma presencial, y hay muchos padres que no tienen con quién dejar a sus hijos. Además, «los centros no pueden estar cerrados, hay procesos burocráticos que resolver» de forma presencial, recalca.

A juicio de la responsable de la FAPA-RM Juan González, el asunto del confinamiento ha hecho más visible una «brecha importante» entre los alumnos, que depende de los recursos económicos de sus familias. A la hora de regresar a las aulas, Paqui López insiste en que falta saber «en qué condiciones» se haría y «qué criterios se seguirían» para seleccionar a los 15 que sí irían a clase de forma presencial, así como «qué se haría con los demás» que se quedan fuera.

Víctor Escavy, presidente de la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos (Concapa) en la Región, asevera al respecto que «las competencias en Educación las tienen las comunidades autónomas», algo que celebra porque, a su juicio, «la ministra creo que tiene poca idea de Educación». «¿Qué significa 15 alumnos por clase? ¿De una clase, tienen que hacer dos, duplicar los profesores que hay por aula? ¿Eso lo puede pagar ella?», se pregunta.

Escavy cree que «siempre hablamos de dinero: con dinero, todo se puede», por lo que considera que «si tenemos que duplicar el número de profesores para atender a estos alumnos, el presupuesto lo tiene que poner ella (Isabel Celaá)». «¿Y qué hacemos con los demás alumnos? ¿No tienen derecho a escolarizarse?», incide.

De ahí que Víctor Escavy califique de «idea un poco loca» el anuncio de la ministra, dado que «no hay ni recursos ni organización posible» y «se discrimina a una parte del alumnado». «Gracias a Dios, tenemos una Consejería que sí actúa con cabeza», lo cual «puede minimizar algo las ideas del Gobierno actual», manifiesta.

"Va a ser complicado"

Por otro lado, Nacho Tornel, secretario general de la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras Región de Murcia, estima que hay «una avalancha de preguntas» a las que la ministra «no ha respondido», con lo cual anunciar que habrá 15 niños por aula «solo ha servido para crear incertidumbre», tiene claro.

En opinión de Tornel, «hace falta planificar tanto el inicio del curso que viene, que va a ser complicado, como el final de este», y ambas cosas «van a requerir de medidas extraordinarias», también por «la necesidad de reenganchar a todos los que se han quedado fuera».

Incluso en el caso de estudiantes que «hayan tenido una buena conexión a Internet en sus casas, no es lo mismo que el trabajo presencial», hace hincapié.

Sostiene Tornel que «la ministra debería haber contado con los sindicatos de enseñanza antes de anunciar cosas». «Debería haber intentado consensuar opiniones, puntos de vista, con los agentes sociales», manifiesta, y añade que «luego somos los maestros los que tenemos que ir al aula y tener las cosas claras». Urge saber, por ejemplo, si «grupos de 30 van a trabajar en dos perfiles, uno presencial y otro telemático». «¿O quiere decir que los grupos se mantendrán con las ratios actuales, pero 15 van a ir por la mañana y 15 por la tarde?», se pregunta al respecto.

Petición sobre la EBAU

Los institutos públicos y concertados de la Región de Murcia y la Consejería de Empleo, Investigación y Universidades han pedido «concreción» al Ministerio de Universidades sobre las pruebas de acceso a la universidad (EBAU), ya que aún no se han establecido protocolos sobre los lugares en los que se celebrará y las medidas de seguridad necesarias.

Así lo han manifestado a EFE este martes tras la petición de varios institutos concertados de esa comunidad para que las pruebas de la antigua selectividad se lleven a cabo en los propios centros.

Se trata de una decisión que en última instancia depende de la Consejería de Empleo, Investigación y Universidades en colaboración con la Universidad de Murcia, que coordina las pruebas en la Región.

Fuentes de la Consejería dicen que el Ministerio aún no se ha pronunciado sobre los protocolos para celebrar las pruebas, que tendrán lugar del 6 al 8 de julio, un mes más tarde de lo habitual, con 8.000 potenciales alumnos.

Las especiales condiciones generadas por la crisis del coronavirus han llevado a que todavía no se hayan decidido las sedes donde se harán los exámenes, si bien se barajan ya diversas alternativas, por lo que la consejería confía en que se resuelvan las dudas en la reunión con el ministerio programada para este 7 de mayo.

Los institutos públicos están esperando instrucciones, puesto que no conocen ni siquiera cómo se llevará a cabo la posible reincorporación el 25 de mayo de alumnos para clases de refuerzo.