La patronal de hostelería trata de conseguir que los ayuntamientos permitan a los bares ampliar el espacio que ocupan sus terrazas para que su apertura al público a partir del próximo lunes sea «viable». Tras la decisión del Gobierno central de elevar del 30% al 50% el aforo máximo permitido en el plan de desescalada a partir del próximo día 11, cuando vuelvan a abrir al público, el presidente de la Asociación de Bares de Hostemur, JoséMaría Rubiales, reconocía ayer que los establecimientos están empezando a recibir las primeras reservas después del parón impuesto por el estado de alarma. Sin embargo, advertía de que ningún establecimiento podría mantener a «un camarero y a un cocinero si solo puede utilizar tres mesas».

De momento, los bares y restaurantes de la Región han podido recibir este lunes a los primeros clientes, aunque por ahora solo se les permite acercarse para llevarse a casa la comida preparada. La crisis sanitaria ha llevado a muchos establecimientos a reconvertirse para vender comida a domicilio con el fin de conseguir unos recursos que ayudaran a mantener los gastos de los locales desde que se decretó el estado de alarma y tuvieron que bajar la persiana.

Hasta ahora los encargos tenían que ser distribuidos a través de las empresas de reparto, pero desde este lunes pueden entregarlos también a sus clientes personalmente.

José María Rubiales no tiene datos precisos sobre el número de establecimientos que se han reconvertido para poder ofrecer comida preparada para llevar, aunque se estima que en la Región hay cientos de bares que se han adaptado para seguir trabajando a pesar de las limitaciones.

El plan de desescalada previsto por el Gobierno permitirá a los establecimientos atender a los clientes en las terrazas a partir del próximo día 11. Inicialmente el Gobierno había establecido que solo podría ocuparse un 30% de la capacidad exterior que tiene cada establecimiento, pero finalmente se ha ampliado el aforo disponible hasta el 50%.

Aún así, el presidente de la Asociación de Café Bares y Afines de la Región de Murcia pone en duda que los establecimientos que tienen pocas mesas lleguen a abrir, dado que no tendrán suficiente negocio para mantener a «un cocinero y a un camarero» en tales condiciones. «Eso no da posibilidades de abrir. Todo dependerá de las posibilidad de ampliar las terrazas», apuntó.

José María Rubiales pide a los yuntamientos que permitan a los bares ampliar la superficie que ocupan sus terrazas con fin de mantener el mayor número de mesas posible. Sin embargo, se quejó de que hasta ahora solo cuatro ayuntamientos de la Región han respondido a las demandas de la patronal para aliviar la presión que soportan en este momento. Precisó que solo tiene noticias de que los consistorios de Calasparra, Águilas, Cartagena y Archena han suprimido el impuesto por ocupación de la vía pública. Destacó que el Consistorio de Archena incluso ha establecido bonificaciones para 2021 con el objetivo de dar mayores facilidades a los negocios de hostelería en este municipio.

Sin embargo, reconoce que después de casi dos meses de confinamiento los murcianos tienen ganas de volver a encontrarse en una terraza y están empezando a hacer las primeras reservas.

La hostelería ha conseguido salvar otro de los obstáculos que debían afrontar los establecimientos que se habían acogido a un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) cuando se produjo el cierre de las empresas del sector para evitar el riego de contagio del coronavirus. Aunque inicialmente no se habían precisado las condiciones en las que quedarían las empreas cuando acabara el estado de alarma, el Gobierno ha permitido que los establecimientos vayan restableciendo los contratos suspendidos a causa del parón económico a medida que vayan necesitando personal. Esto evita que vuelva toda la plantilla aunque no haya trabajo para todos.

Por otra parte, la Asociación de Empresarios de Hostelería de Cartagena y su comarca (Hostecar) ha lanzado un Sello de Garantía de Seguridad Alimentaria para «reconocer el esfuerzo realizado por las empresas y para garantizar la calidad alimentaria a los clientes y turistas que nos visitan diariament»e. Este sello asegura el cumplimiento de «las medidas necesarias de control para garantizar la máxima seguridad sanitaria tanto de los trabajadores como de los clientes».