Los bares y restaurantes pueden recibir clientes a partir de hoy en sus establecimientos para recoger pedidos en el local. De este modo los comercios hosteleros podrán permanecer abiertos al público durante la fase cero del plan de desescalada, aunque no está permitido el consumo de los pedidos en el local.

A pesar de este nuevo permiso, algunos establecimientos no ven «rentable» abrir sus restaurantes, por lo que prefieren mantener cerradas sus puertas por el momento.

«La situación económica no nos lo permite», lamenta Juan Antonio Martínez, propietario y gerente del restaurante Sacromonte, en Cartagena

«Si tenemos que pagar la luz, el agua y todos los gastos que supone la implantación de las medidas de seguridad, por muchos pedidos que nos hagan, no cubrimos gastos». Además, Martínez explica que se vio abocado a realizar un ERTE a sus empleados: «tenemos permiso para mantenerlo hasta que finalice el estado de alarma, por lo que tememos consecuencias económicas si lo revertimos antes de tiempo, ahora toca esperar», concluye.

Otros establecimientos prefieren continuar con el reparto de comidas a domicilio para que los clientes no tengan que desplazarse al local. De esta manera, tal y como indican los hosteleros es «más sencillo mantener las medidas de higiene».