Una de las situaciones que más están gestionando las inmobiliarias estos días son las llamadas de los propietarios de los pisos de alquiler para negociar descuentos o demoras en el pago del alquiler debido a la crisis laboral creada por la pandemia del coronavirus. La Región contabiliza más de 15.000 empresas con un expediente de regulación temporal de empleo que afecta a un total de 80.000 trabajadores. A ellos hay que sumar los casos de estudiantes que deciden quedarse en sus pisos alquilados en las grandes ciudades pero también piden una ayuda en forma de rebaja del alquiler a sus caseros.

El sector reconoce que en la mayoría de casos se logra un descuento desde un 20 a 50% en la mensualidad, y los propietarios más generosos acuerdan que no se les pague el alquiler mientras dure el estado de alarma o se arregle la situación laboral del inquilino. Estrella Domínguez, de la inmobiliaria Domínguez, defiende que no sería justo que los propietarios no pudieran ayudar a sus inquilinos: "Estamos en un mercado con precios muy abusivos en el alquiler y los propietarios deberían ser realistas". Domínguez subraya que ya hay inquilinos que han abandonado sus pisos de alquiler porque o "tienen un ERTE en su empresa o son autónomos y no tienen ingresos ahora".

José Valiente, presidente de Apimur, es claro: "Hay que ayudarnos entre todos, y esto se lo digo a los propietarios que me llaman, hay que plantear descuentos, demoras", o incluso que se pueda utilizar la fianza del piso para pagar una mensualidad.

Por otra parte, como reconoce Valiente, hay propietarios "que aunque quisieran ayudar, no pueden porque dependen de los ingresos del alquiler para pagar hipotecas".