La Federación Regional de Empresarios de Hostelería y Turismo de Murcia (Hostemur) ha considerado este lunes que el proceso de desescalada de la crisis del coronavirus planteada para el sector por el Gobierno central lo aboca a pasar del ERTE al ERE y de aquí al concurso de acreedores y al cierre total: la ruina.

En un comunicado, su presidente, Jesús Jiménez, habla de "medidas inviables e inaceptables que solo llevarían a la quiebra total" y "al abismo a las 300.000 empresas hosteleras y los 15.000 hoteles españoles", lo que conduciría a "cifras de paro nunca vistas en la historia, el nuevo 'crack' del 29 casi cien años después".

En su opinión, "es indignante e insultante plantear un proceso de desconfinamiento sin atender ninguna de las medidas reclamadas por el sector", entre las que cita la flexibilización de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) y la exoneración de la obligación de mantener el empleo en los próximos seis meses.

También la finalización de los contratos temporales suspendidos durante el estado de alarma y la adecuación de los alquileres a las limitaciones de aforo establecidas.

"No tienen ni idea de cómo funcionan las empresas en general y la hostelería en particular. Han tomado decisiones sin contar para nada con las patronales. ¿Se imaginan que las decisiones sanitarias se tomaran sin contar con los sanitarios? Habría sido un desastre. Eso es lo que va a pasar con la hostelería", vaticina.

Poniendo como ejemplo lo ocurrido con los negocios que han podido abrir este lunes, que han sabido con horas de antelación por el Boletín Oficial del Estado las condiciones en las que podían hacerlo, teme que vaya a ocurrir lo mismo con su sector.

Por eso, se pregunta: "¿Así es como quiere que nos organicemos las empresas? ¿Qué capacidad de reacción nos da, si no sabemos lo que se nos exigen ni siquiera con 24 horas de antelación?".

Por último, pone en duda que alguien quiera pasar a confinarse en su misma ciudad a partir de la primera fase el próximo 11 de mayo de su casa a un hotel sin estar permitida la movilidad interprovincial.

Y es que además, sea del 30 % o del 50 % el aforo permitido, con esa limitada capacidad productiva "el empresario tiene que hacerse cargo de todos sus costes habituales, alquiler o hipotecas, luz, agua, limpieza, materia prima y trabajadores, pues se deberá readmitir al 100 % de la plantilla", concluye.