«Por si no fuera suficiente con no haber podido pagar el alquiler durante el parón y tener ahora un agujero gigante, nos encontramos con que los productos desechables han subido una barbaridad», dice Laura Ruiz, de Ona Estilistas. «Somos conscientes de que a la vuelta de la cuarentena tenemos que extremar las medidas de seguridad e higiene, algo que siempre hemos hecho -continúa-, pero no es justo que justo en este momento de tanta necesidad vayas a comprar guantes, gel desinfectante, patucos o toallas desechables y te cuesten hasta dos o tres veces más que antes. Aunque parezca mentira, algunos han hecho el negocio de su vida a lo largo de este mes».

Escasa materia prima

Pedro Tavares, responsable del bar El Sitico, también está teniendo problemas de abastecimiento al volver del confinamiento. En su caso, un pequeño local que todavía no podrá albergar clientes en su interior y que volverá a la actividad desde el servicio a domicilio, se trata de la materia prima: «Desde que abrimos, hemos intentado diferenciar nuestros platos del resto de bares añadiendo ciertos toques de cocina gourmet, pero ahora mismo muchos de esos ingredientes son prácticamente imposibles de encontrar», comenta mientras apila envases desechables de comida detrás del mostrador de su bar. «Entiendo que no son productos de primera necesidad, pero nos vamos a tener que calentar la cabeza», concluye.