Resultaba difícil que algo pudiera alterar un mercado como el del alquiler de viviendas en España, que mantenía una escasa oferta, una fuerte demanda y unos precios disparados. La crisis sanitaria y económica provocada por la pandemia del SARS-CoV-2 ha dado de lleno en un sector que, con el estado de alarma todavía vigente, se encuentra paralizado en la Región. Pese a ello, muchas inmobiliarias siguen trabajando en 'servicios mínimos' y gestionando alquileres nuevos.

"La actividad está bloqueada, no se pueden enseñar pisos y aunque nos llegan nuevos clientes, estos son pocos", reconoce José Valiente, presidente de la Asociación de Profesionales Inmobiliarios de la Región de Murcia. Los últimos datos registrados por la asociación marcan la misma tendencia que en el resto de España: el mercado del alquiler llegó hasta marzo con los precios al alza, escasa oferta y mucha demanda, pero esto puede cambiar. Las inmobiliarias consultadas por esta Redacción auguran una pequeña crisis en el sector tras la pandemia. Esta, esperan, será efímera dado que la tendencia al alquiler era notable en la Región y podrá seguir siéndolo si los clientes potenciales no se encuentran sumidos en un ERTE en su empresa, con rebajas salariales, complicaciones al ser autónomos o con un mercado laboral bloqueado.

En mayo comienza la temporada de estudiantes buscando pisos de alquiler en ciudades como Murcia, Cartagena o Lorca, con grandes sedes universitarias. El efecto a día de hoy es el contrario. El sector inmobiliario ha visto que desde el pasado 16 de marzo, cuando se suspendieron las clases en todos los centros educativos en la Región, centenares de estudiantes han regresado a sus viviendas familiares, y más en las últimas semanas con los permisos expedidos por las universidades para justificar los desplazamientos.

"En los últimos días no dejamos de recibir llamadas de estudiantes que rescinden el contrato y dejan su piso en Murcia", señalan desde la inmobiliaria Espinardo. Antes del 30 de abril, muchos de estos contratos se "rescindirán de forma unilateral y los estudiantes podrán recoger sus cosas del piso". De cara al próximo curso, inmobiliarias como la de Mariano Martínez, gerente de Murciajoven.es, esperan que en los meses de verano se reactive el sector, pero incluso con la incertidumbre sobre las clases presenciales "te reconocen que no saben qué va a pasar". Ahora siguen entrando llamadas de clientes preguntando por pisos, "pero la mayoría de cara a junio".

Rebajas en los precios

El sector inmobiliario se ve abocado a pedir a los propietarios de los pisos en alquiler una rebaja del precio de cara a captar nuevos inquilinos tras el desconfinamiento. "Los sueldos y las condiciones de trabajo van a cambiar, por lo que es necesario recortar en las mensualidades", explican desde la inmobiliaria Espinardo, quienes añaden que podrían haber rebajas de hasta cien euros dependiendo de las características de los pisos. "Esperemos que se regulen los precios", señala José Valiente. A una posible crisis laboral entre los potenciales clientes se le suma un posible aumento de la oferta tras la pandemia, por lo que podrían "bajar los precios".

Las casas en alquiler destinadas a vivienda habitual solo se han quedado vacías en un tanto por ciento muy pequeño, según señalan desde el sector.

¿Quiénes alquilan pisos estos días?

Los alquileres en las inmobiliarias no se frenan pese al estado de alarma. La necesidad de encontrar piso en ciudades donde se requieren trabajadores para servicios sanitarios, de alimentación o de higiene es algo que estos días han tenido que resolver muchas inmobiliarias. Mariano Martínez, gerente de Murciajoven.es, remarca que en el último mes ha alquilado una decena de pisos, la mayoría a trabajadores esenciales como sanitarios, personal de supermercados, policía o vigilantes de seguridad. Para este tipo de alquileres la mayoría de contratos son temporales y no muchas inmobiliarias trabajan con este formato. En la mayor parte de estos casos solo llega una persona para ocupar el piso y entre esos trabajadores esenciales, la mayoría son personal sanitario de centros hospitalarios.