El consejero delegado de Grupo Caliche, José María Martínez Miralles, dirige, junto a sus hermanos David (presidente) y Jaime (vicepresidente), el plan de acción implantado y a través del cual han tenido que adaptarse a las circunstancias actuales. Caliche, que cumplió 50 años en 2019, llegó a transportar más de 3,3 millones de toneladas en el último año y ofrece servicio a más de 200.000 clientes de 97 países.

El transporte de mercancías es uno de los sectores más sensibles y destacados en esta crisis sociosanitaria, ¿de qué manera ha modificado la actividad su empresa y cómo está respondiendo ésta al sostenimiento del sistema en las diversas modalidades de transporte?

La situación actual nos impacta como a todas las empresas. Pero lo cierto es que haber trabajado con anticipación y haber reaccionado con flexibilidad y rapidez a los distintos escenarios que se han dado nos ha permitido tomar decisiones que nos están ayudando a afrontar mejor estos momentos. De esta forma, hemos podido responder con todas las garantías al aumento de demanda de productos, fundamentalmente sanitarios y de alimentación, que se ha producido en el ámbito nacional e internacional.

Tanto el transporte terrestre como el marítimo han crecido. En lo que llevamos desde que se declaró el estado de alarma, hemos movido más de 345.000 toneladas de productos frescos (frutas y verduras) en toda Europa por tierra, mar y aire. Además, somos de las pocas empresas que gestionamos operaciones de transporte aéreo de material sanitario desde China, que se ha convertido en principal proveedor de muchos de los productos fundamentales que requieren los hospitales. Esa alta demanda dificulta encontrar rutas ágiles que permitan llegar a tiempo. Y, gracias al equipo de trabajo de nuestra división de Marítimo y Aéreo, ha sido posible. En concreto, hemos creado una ruta desde la ciudad de Janin, capital de la provincia de Shandong, hasta Madrid. Los primeros artículos se han distribuido ya entre hospitales y clínicas de todo el país y se están empleando para atender la situación de crisis sanitaria provocada por el Covid-19.

¿Qué medidas internas de seguridad e higiene ha adoptado el Grupo Caliche? ¿Existe ya un protocolo de seguridad definido y compartido para el sector del transporte en Europa?

Para nosotros lo más importante son las personas. El equipo de Grupo Caliche está trabajando con todas las garantías. Nuestros transportistas y sus vehículos cuentan, desde el primer momento, con todos los sistemas de protección; los cuales, además, vamos actualizando. Esto es para nosotros lo primero. Su trabajo es clave, no pueden quedarse en casa, pero deben desarrollar su labor en condiciones óptimas.

Más allá de eso, estamos siguiendo todas las recomendaciones oficiales y en coordinación con las organizaciones de transporte. Aplicamos todos los protocolos y desarrollamos otros propios. Contamos con un plan de contingencia por fases que contempla distintos escenarios y que está marcando la forma de trabajar.

Además, todos aquellos perfiles que lo permiten están teletrabajando (somos una compañía completamente digitalizada, lo que nos ha llevado en esta situación a poder realizar teletrabajo con todo tipo de garantías) y para aquellos que no es posible, hemos puesto en marcha las medidas de prevención necesarias para minimizar los riesgos (distancias de seguridad, turnos estancos, elementos de protección personal, etc). Además, hemos dado un paso más en flexibilidad horaria para hacer compatible el desarrollo de nuestra actividad con la conciliación familiar.

Desde la Organización Empresarial de Logística y Transporte (UNO) se ha alertado de posibles roturas en la cadena de suministro si esta situación perdura en el tiempo, ¿Qué valoración hace el CEO de estas declaraciones?

Evidentemente estamos ante una situación excepcional, que requiere medidas especiales. Por tanto, recuperar la normalidad cuanto antes es lo deseable para todos. Pero una de las cosas que ha demostrado esta crisis es que el sector del transporte y la logística está perfectamente preparado para afrontar situaciones de emergencia mantenidas en el tiempo como está ocurriendo ahora. Así que, por encima de cualquier otra cosa, me gustaría mandar un mensaje de tranquilidad a la sociedad. El suministro de productos básicos está garantizado. Y cuando por cuestiones de producción algún producto se agota un día concreto, poco tiempo después vuelve a estar disponible. Estamos preparados para seguir respondiendo en este contexto que, evidentemente, no es el ideal.

En cuanto a la movilidad, ¿considera que la coordinación entre diversos países es la adecuada para evitar el caos en la cadena logística?

Estamos viviendo una crisis global y si las decisiones se toman localmente pues se generan inconvenientes, claro. Con un esfuerzo logístico, estamos pudiendo llegar a destino superando barreras y obstáculos.

Existe una conciencia generalizada que el transporte es esencial para todos, que los productos deben llegar a los supermercados y a las farmacias, y eso ayuda a solucionar los problemas que se están generando.

En todo caso, trabajar en proyectos en los que tenemos que coordinar normativas diferentes en cada país no es algo ajeno a nosotros.

Todas las empresas que trabajamos internacionalmente tenemos la necesidad de adaptarnos a esos requerimientos. Si bien es cierto que cuando cambian las circunstancias, tienes que modificar la forma de trabajar porque las reglas que antes valían puede que ahora ya no lo hagan.

En nuestro caso, nos ayudan dos cosas: experiencia y contar con corresponsales en países de todo el mundo lo que nos aporta información clave y nos permite resolver cuestiones sobre el terreno de forma ágil.

¿Qué previsiones podemos esperar a medio y largo plazo en el sector del transporte? ¿Qué medidas serán necesarias implantar desde la Administración pública para salvaguardar el futuro de estas empresas?

El impacto económico de la situación que estamos viviendo va a ser muy significativo. Y volver a la normalidad en la que nos encontrábamos no va a ser tarea fácil, ni rápida. El impacto global de la Covid-19 lo va a hacer todavía más complicado porque nuestros principales mercados van a estar en una situación tan complicada o más que la nuestra.

Sea como sea y tarde lo que tarde, lo que no tengo ninguna duda es de que seremos las empresas quienes impulsemos esa recuperación. Apoyamos y nos comprometemos con todas las medidas que se tomen para protegernos porque la salud es la prioridad pero todas ellas deben ir acompañadas siempre de otras de protección que faciliten, cuando llegue el momento, la recuperación de la actividad y, con ella, el empleo.

Esperamos que el plan de recuperación se desarrolle, por tanto, teniendo en cuenta a todos los agentes sociales. Encaramos la salida del desconfinamiento con esperanza y responsabilidad; las pesonas, como siempre, lo primero.

El Grupo Caliche opera en otros sectores como el de telecomunicaciones, el educativo, o el energético, ¿cómo se han visto afectadas estas áreas?

La situación actual nos ha afectado a diferentes niveles según la actividad. Incluso dentro de cada sector. Es decir, ahora mismo se ha podido relanzar el servicio de atención al cliente de nuestra división de telecomunicaciones, pero con el estado de alarma la actividad comercial, de apertura de nuevos mercados o captación de clientes está detenida. Por ejemplo, se han suspendido por el Gobierno las portabilidades. Eso nos afecta y nos lleva a ajustarnos a la situación actual.

Un buen ejemplo de cómo lo estamos haciendo es el colegio New Castelar College que, con sus puertas cerradas, está continuando su plan formativo con clases online.

SOLIDARIDAD

Le pedimos al consejero delegado que destaque alguna de las acciones solidarias emprendidas: «El Camión Solidario, una iniciativa que nace coincidiendo con nuestro 50 aniversario, con el objetivo de poner al servicio de la sociedad servicios de transporte y logística que contribuyan a hacer realidad proyectos solidarios. Nosotros nos encargamos de esa parte de forma integral, ni el impulsor de la acción ni el beneficiario tienen que preocuparse».

«Desde que se lanzó en mayo, hemos superado las 1.000 toneladas transportadas. Hoy, coincidiendo con esta situación de crisis sanitaria, la demanda es mayor, igual que lo fue tras la DANA del pasado mes de septiembre», explica José María Martínez que pone algunos ejemplos, «hemos participado en iniciativas para Cáritas, Cruz, Roja, Jesús Abandonado o el Banco de Alimentos; ahora hemos incorporado también la gestión del proyecto solidario, es decir, si una empresa quiere hacer una donación, pero no tiene claro cómo ni con quién, gestionamos todo el proceso».