Por primera vez en 125 años, el Primero de Mayo no congregó en las calles a ningún trabajador, confinados en casa por la pandemia de la COVID-19, si bien el espíritu de lucha se intentó mantener virtualmente reclamando unos mejores servicios públicos y empleos de calidad.

Los secretarios generales de los dos principales sindicatos CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, no han encabezado este año ninguna manifestación, sino que han pronunciado sus discursos en una sala vacía delante de dos imágenes de la madrileña Puerta del Sol.

Una mostraba la céntrica plaza llena de gente, como era habitual en un Primero de Mayo, mientras que la otra reflejaba la situación actual de soledad por el confinamiento de la población. Sin embargo no han querido dejar de lanzar un mensaje reivindicativo a favor de los trabajadores.

El líder de UGT ha querido dedicar este Día del Trabajo a las personas que durante este largo periodo de tiempo han estado trabajando arriesgando su salud y su vida, y ha dejado claro que «de esta pandemia hay que salir con servicios públicos más fuertes y pensados para dar respuesta a las necesidades de ciudadanos».

En este sentido, citó al personal del sector agroalimentario, transporte, comercio, servicios funerarios, sanitarios o limpieza, y ha dejado claro que «tendremos que hablar de estas personas, de sus condiciones de trabajo» y de sus salarios. Desde el Gobierno, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, destacó que «este Primero de Mayo va a hacer historia, las calles están vacías pero los trabajadores más presentes que nunca: son los que nos están salvando».

Pero es precisamente a esos trabajadores, que «han mantenido el latido del España» durante el confinamiento, a los que, cuando todo pase, habrá que proporcionar unas mejores condiciones laborales, reclamó el secretario general de CC OO.

Ambos dirigentes pidieron al Gobierno que pacte un acuerdo con patronal y sindicatos para que, al término del estado de alarma, los ERTE se mantengan acompasando «la vuelta a la actividad de las empresas».

Asimismo, Sordo ha pedido que se piense en el "día después" de esta pandemia en la que Europa debe estar a la altura, para que no se salga de esta crisis como de la anterior, en tanto que Álvarez ha reclamado un mayor protagonismo de los sindicatos europeos en las negociaciones en el marco de la UE.