Los menores no deberían volver al colegio hasta que no se consiga una «inmunidad de grupo», con más del 60% de la población inmune al coronavirus, según advierte el pediatra Fernando García-Sala, a quien le da «pánico» que la gente se relaje y aconseja prolongar un confinamiento que ve «efectivo».

García-Sala, presidente de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP), considera que en función del tiempo que dure esta pandemia y de la gente que haya sido contagiada por el coronavirus «habrá un antes y un después» en la forma de actuar o relacionarnos, cambiarán muchas de las formas de hacer las cosas e igual, añade, hay que «reinventar otro modelo de vida».

Cree que en los colegios, a los que ve «muy complicado» que los menores puedan regresar «por lo menos hasta septiembre u octubre, cuando haya una inmunidad de grupo», las actividades esenciales disminuirán e igual deben hacerse dos grupos en cada aula y que la mitad acuda a clase por la mañana y la otra, por la tarde.

La vuelta a las aulas debería plantearse "cuando no existiera transmisión comunitaria del virus", señala por su parte Antonio Iofrío, presidente de la Asociación de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria de la Región de Murcia. En la misma línea que su compañero García-Sala, Iofrío defiende que la reapertura de los centros escolares "hipotéticamente podría ser causa de nuevos casos en los niños o que éstos fueran portadores del virus y transmitirlo a otras personas de su entorno", por lo que con la situación actual considera que "no es recomendable".

«Es muy difícil que los niños, fuera del entorno de los padres, cumplan una serie de medidas» de protección, indica por su lado García-Sala para destacar que en menores con el virus la sintomatología «es muy banal», pasa «muy desapercibida» y ha habido «pocos casos y ninguna muerte en menores de 12 años», lo que a los pediatras da «mucha tranquilidad». No obstante, advierte de que, si los niños tienen coronavirus, son «grandes contagiadores», ya que «dan muchos besos, se abrazan y cuando hablan sueltan muchas gotitas de la boca, y será complicado poder controlarlo».

Por eso, agrega, es importante tener una «inmunidad de grupo, de rebaño, que proteja a los demás, o que ya se pueda administrar una vacuna, que es lo que lo solucionará todo» pide el pediatra García-Sala. Es "difícil" mantener las medidas higiénicas y de distanciamiento recomendables en un aula, "aunque se reduzca el número de alumnos por clase", añade Iofrío.

Aunque cree que seis semanas no es un «tiempo excesivo» de confinamiento en los niños, que «afortunadamente se adaptan bastante bien a las circunstancias», precisa que esa adaptación está en función de la edad y del lugar donde están viviendo. «No es lo mismo hacerlo en un piso grande, con terraza o jardín, que en una planta baja, de 60 metros cuadros y con poca iluminación y mucha gente en la casa», admite.

También puede producirse en algunos menores una obsesión por la limpieza o cuadros hipocondríacos por el miedo a contagiar o contagiarse al salir a la calle, y el confinamiento puede llevar en algunos casos a generar una angustia o miedo y que vuelvan a orinarse en la cama, les salgan erupciones en la piel o coman mucho o, por el contrario, nada.

A juicio de García-Sala era necesario que los niños salieran a la calle tras seis semanas de confinamiento en los que se ha conseguido bajar bastante los contagios, pero critica que el pasado domingo, primer día en el que pudieron hacerlo, la estampa «parecía un día de Reyes, en el que la gente saca todos los juguetes, o de Pascua, donde van a volar el cachirulo». «Fue un espectáculo verdaderamente bochornoso, era impresionante», afirma el pediatra, que considera que es «un problema de falta de madurez de los padres», aunque reconoce que desde que empezó el estado de alarma «la población está llevando el confinamiento con una entereza que, afortunadamente, ha sido la causa de que las cosas empiecen a funcionar».

Ve «fundamental» apelar al «sentido común» de los padres y aconseja medidas de protección como mantener una distancia entre personas que no sea de menos de dos metros y que tanto adultos como niños lleven mascarillas, los segundos adaptadas a su tamaño y customizadas con dibujos divertidos. «Los niños deben ver a los padres llevar la mascarilla, igual que deben verlos lavándose continuamente las manos, porque eso genera una imitación»,afirma.

Cuando menos del 10% de la población ha sido contagiada «hay que tener mucho cuidado»; con entre el 10 y el 60 % de las personas infectadas, «medidas laxas» y, cuando más del 60% de la población haya pasado la infección, «pasaremos a un estado prácticamente de normalidad».

Incidencia del virus en los menores en la Región de Murcia

Según los últimos datos epidemiológicos facilitados por la Consejería de Sanidad, la incidencia en menores de 15 años es baja, especialmente entre los 2 y 14 años. Ha habido muy pocos casos de niños ingresados, y afortunadamente ninguno ha tenido que ingresar en UCI ni hay ningún fallecido.

Los adolescentes de 15 a 18 años están incluidos en los datos dentro del tramo etario entre 15 y 29 años, por lo que no podemos valorar específicamente lo que está pasando en este grupo.