La Universidad de Murcia ha despejado el camino hacia el final del curso académico aprobando ayer en su Consejo de Gobierno una batería de medidas que establecen cuándo, cómo y de qué forma serán los exámenes en las convocatorias de junio y julio para los distintos grados y másteres de la universidad.

El Consejo de Gobierno de la UMU aprobó ayer como medida principal la modificación del calendario académico. La convocatoria de junio no comenzará para muchas facultades el próximo 16 de mayo sino que se retrasará este inicio de exámenes entre una o dos semanas para proporcionar más tiempo de estudio a los alumnos. Lo mismo pasará con la convocatoria extraordinaria de julio, que finalizará a finales de mes pero en ningún caso llegará a agosto.

Desde el Rectorado aconsejaron a las facultades retrasar los exámenes un máximo de 15 días, pero algunas han optado por mantener el calendario por exigencia, por ejemplo, de los alumnos de último curso ante la demanda laboral existente estas semanas con motivo de la pandemia del coronavirus, como es el caso de algún grado de la rama sanitaria, según señalan desde el Rectorado.

Estos exámenes se harán de forma telemática siguiendo las recomendaciones de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas y optarán por la evaluación continua, dividiendo en distintos parciales el temario para aligerar el contenido que se evalúa. Esta es una de las opciones de evaluación, pero cada facultad ya tiene aprobado su propio plan de contingencia que en su mayoría establecen exámenes tipo test, con preguntas cortas y, en una menor proporción, con preguntas de desarrollo. Estos planes ya se encuentran publicados en la web de cada facultad y establece el sistema alternativo de evaluación para cada asignatura, informando también del peso que tendrá cada parte de la materia en la nota final.

El Rectorado estará pendiente también de los llamamientos de cada asignatura por si los profesores optaran por exigir más que en exámenes de otros años: «Si un docente aumenta de forma injustificada el porcentaje de importancia que tendrá el examen final de cara a la evaluación, se le corregirá».

Otra modalidad para evaluar serán los exámenes orales, medida a la que también se han acogido profesores que habitualmente realizaban pruebas escritas. Ante esto, la Universidad permite grabar los exámenes, al igual que con el resto de modalidades, siguiendo las recomendaciones de la CRUE, ya que según la institución esta medida no viola la Ley de Protección de Datos. De esta forma, muchos podrán también pedir a sus alumnos que mantengan activada la cámara de sus ordenadores para vigilar durante las pruebas. La duración de los exámenes en muchos casos se ajustará, llegando a reducir hasta la mitad el tiempo permitido para responder a las preguntas: «De esta forma se conseguirá que el estudiante se centre en responder a las cuestiones», señalan desde el Rectorado.

Muchos docentes han optado por eliminar los exámenes este cuatrimestre dando más peso a la evaluación de los trabajos, prácticas o presentaciones realizadas durante las clases presenciales y online una vez se suspendió la actividad académica el pasado 16 de marzo. En el caso de las carreras de ciencias como las de la facultad de Química o Biología, las prácticas que en un principio eran esenciales realizarlas en un laboratorio se han podido llevar a cabo en simuladores mediante programas informáticos.

Retraso del inicio de curso

El Consejo de Gobierno de la UMU también aprobó ayer la modificación del calendario académico para el próximo curso. Esta modificación supone que la actividad lectiva comenzará el 28 de septiembre y no el 7 de septiembre, como estaba previsto. Este cambio está motivado por la necesidad de celebrar la prueba extraordinaria de la EBAU en septiembre, por lo que los calendarios de admisión y matrícula también se retrasan.