La llegada de ciudadanos de otras autonomías hasta la Región de Murcia en el momento en el que se inicie la desescalada es algo que preocupa mucho al Gobierno regional, de ahí que el Ejecutivo murciano haya exigido al central un plan de tránsito que vigile los desplazamientos entre autonomías cuando la desescalada asimétrica abra primero territorios como Murcia, con baja incidencia del coronavirus, porque de no hacerlo supondría «un efecto llamada preocupante» que ocasionaría un brote nuevo al llegar personas que quieren ocupar sus segundas residencias en la Región, afirma el consejero de Salud, Manuel Villegas.

Sin embargo, el responsable de Salud reconoce que en esta situación no ocurrirá lo mismo que poco antes del estado de alarma, cuando llegó un autobús procedente de Madrid con una familia infectada que tenía como destino Totana y cuyos pasajeros se tardó en localizar. Villegas cree que ahora la situación sería distinta porque las empresas de transporte obligarán a que los pasajeros lleven mascarilla y posiblemente será más fácil localizar a las personas que han hecho ese trayecto.

Pese a ello, Villegas insiste en la necesidad de hacer algo con ese «efecto llamada» que hará que vengan a sus segundas residencias en la Región. «Será uno de los puntos críticos», recalca.

En la reunión de ayer del Consejo Interterritorial del Ministerio con las comunidades autónomas, Murcia puso sobre la mesa su preocupación sobre el hecho de que aquí se pueda iniciar antes el desconfinamiento por si esto produce un efecto llamada y «vienen personas a ocupar sus segundas residencias», ya que esto podría poner en riesgo a la población y «llevar a que se produzca un nuevo brote», señala el consejero de Salud.