Hay muchas personas y colectivos que no tienen un antes y un después de la crisis del coronavirus a la hora de ponerse a ayudar a los demás. Y es porque siempre han tenido el anhelo de echar una mano a quien tiene una necesidad y lo llevan haciendo desde hace décadas.

Es el caso del grupo de 'La Casa del Niño' de la Asociación de Caridad de San Vicente de Paul en Cartagena, que siempre ha abogado por la promoción de la figura de la mujer en riesgo de exclusión social; por eso, desde hace 27 años, con su proyecto de Lactancia les ayudan a cuidar de sus hijos recien nacidos aportándoles todo lo que necesitan para alimentarlos y criarlos.

Debido a la pandemia han tenido que redoblar esfuerzos para asegurarse que todas las madres puedan atender las necesidades de sus hijos.

Macu Obis, portavoz de la asociación, explica que actualmente atienden a 60 niños de entre 0 y 20 meses y que «todos los miércoles del año se proporciona a las familias leche maternizada para los bebés además de pañales, cereales, galletas y leche normal para los que ya son más mayores».

Como consecuencia de la crisis sanitaria no habían podido repartir estos productos desde el pasado 11 de marzo. Ante la duda de lo que podía pasar, ese día les dieron a las madres alimentos para un mes y medio para que, así, no tuvieran que salir de casa con ellos, ya que muchas madres tienen problemas para poder dejar con alguien a sus hijos.

Al pasar los días, y al ver cómo se iban quedando sin leche maternizada, las madres llamaron a la asociación para pedirles más.

Para poder atenderlas en sus instalaciones del antiguo colegio, Carmen Conde, tuvieron que pedir permiso a la Delegación del Gobierno para poder convocarlas y que las beneficiarias de esta ayuda pudieran dejar el confinamiento y salir a recoger la leche maternizada.

Según Obis, «el Ayuntamiento no cuenta con este tipo de leche. Las familias nos pidieron que hiciéramos un nuevo reparto. La verdad es que teníamos muchas ganas de saber cómo se encuentran y si necesitaban algo más como cochecitos o cunas». Habitualmente también les proporcionan canastillas hechas por las Hijas de María para que tengan ropa para los primeros días.

Mientras dure la pandemia, se va a intentar reducir los contactos al máximo para minimizar los riesgos de que se produzca un contagio. La asociación no se limita a repartir estos productos sino que se interesa por las familias y su situación, para lo cual colaboran con los Servicios Sociales del consistorio cartagenero.

Este proyecto es consecuencia directa del que pusieron en marcha en1984, la escuela de Formación, Promoción e Integración de la Mujer centrada en las que están en peligro de exclusión social.

Macu Obis explica que «comenzamos con alfabetización, costura... Intentábamos formarlas en todo lo que podíamos para que pudieran aplicarlo en su vida y en sus familias, mejorando así su situación, y en eso seguimos». Este proyecto también continúa pero se ha visto interrumpido por el coronavirus,

El perfil de las mujeres que atiende la asociación ha cambiado mucho a lo largo de los años. «Ya no son tan jóvenes como antes, hemos llegado a tener una madre y una hija embarazadas a la vez», afirma Obis.

El contacto semanal con ellas ha generado lazos de amistad que permanecen en el tiempo y no es raro que madres que ya no precisan la ayuda, las visiten y les cuenten cómo les va a ellas y a sus hijos.

Algunas les cuentan que si no hubiera sido por el apoyo que encontraron en estas voluntarias de San Vicente de Paul se hubieran planteado no seguir adelante con su embarazo o renunciar a criar a sus hijos.

La mayor satisfacción que sienten estas voluntarias es cuando se cruzan por la calle con mujeres que no reconocen pero que las saludan y les dan las gracias, y si pueden les presentan a sus hijos, que dejaron de ser bebés hace mucho tiempo.

Por otra parte, la vicealcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo, ha agradecido la labor de todos los voluntarios que están haciendo posible llegar a muchas personas en situación de vulnerabilidad durante la crisis sanitaria. Según decía, «es muy emocionante comprobar la generosidad de la gente de Cartagena y muchas veces debemos recordar que es muy importante canalizar todas las ayudas a través del dispositivo social para poder coordinarlo mejor».

Desde el 26 de marzo se han atendido en Cartagena 4.233 solicitudes, de las que más del 64% (2.712) se ha tramitado. El 75% de todas peticiones tramitadas se ha traducido en ayuda real.

Actualmente se realizan cada semana entregas de productos de alimentación e higiene a 386 familias del municipio y se espera que la cifre aumente en los próximos meses.