La pandemia de coronavirus ha dejado en el paro a más de 50.000 trabajadores de la Región, según los cálculos del secretario general de UGT, Antonio Jiménez. El número de desempleados alcanza los 150.000 si se suman los 100.000 murcianos que estaban sin trabajo antes de que se declarara el estado de alarma. Antonio Jiménez y Santiago Navarro, secretario general de CC OO, que comparecieron este lunes en una rueda de prensa celebrada por videoconferencia, no confían en la iniciativa del Gobierno regional de poner en marcha la Estrategia para la Reactivación y reclaman medidas urgentes a corto y medio plazo para hacer frente a las consecuencias de la crisis sanitaria sobre el empleo.

Jiménez y Navarro coinciden, no obstante, en que es necesario apostar por la industria para evitar que la Región se vea castigada tan duramente con cada crisis debido a la fragilidad de su economía, dependiente de la agricultura y del turismo. La cifra de trabajadores que están en paro o se han visto afectados por un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) en la Región asciende a 236.000, según los cálculos del secretario general de UGT.

Antonio Jiménez calcula que desde que se declaró el estado de alarma el pasado 14 de marzo han sido despedidos 50.000 trabajadores en la Región, que se suman a los 100.000 que estaban en paro antes de que se desencadenara la pandemia. Además, 86.000 han sido incluidos en expedientes de regulación de empleo y tienen sus contratos suspendidos a causa del cierre de empresas o del parón de la economía.

Teniendo en cuenta que en la Región había cerca de 600.000 personas dadas de alta en la Seguridad Social antes de la crisis, esos 236.000 trabajadores en paro o incluidos en los ERTE representan casi el 40% de los ocupados.

El secretario general de CC OO recordó que los sindicatos y la patronal están negociando un pacto con el Gobierno, al que han presentado ya sus propuestas para buscar alternativas que permitan recuperar el empleo destruido. «Es fundamental que salgamos todos en las mejores condiciones», indicó Santiago Navarro, que apuesta por crear «un ingreso mínimo vital».