Una hora al día. Ese es el tiempo que tienen los niños desde ayer para salir a la calle. Los más pequeños de las casas necesitan aire libre, esparcirse, correr y sentirse libres. Pero la medida adoptada por el Gobierno también tiene como objetivo evitar el sedentarismo. La obesidad es un problema en la población más joven hoy en día. Las videoconsolas le han robado protagonismo a los patines, las bicicletas y los balones. Esa problemática no es derivada del confinamiento, sino de la sociedad en la que vivimos. Por ello, hace un par de años, un grupo profesionales de la educación, la salud y la nutrición lanzó el programa Escuelas Activas, que tiene como objetivo evitar esa inercia de los menores.

Unos 140 profesores adscritos a un centenar de centros son los impulsores de esta iniciativa respaldada por las consejerías de Salud, Educación y Cultura de la Comunidad Autónoma. El objetivo marcado es que cada niño dé al día al menos 10.000 pasos. Para ello, la gran mayoría que ya participan en este proyecto cuenta con una pulsera que mide la actividad. Durante el confinamiento, a través de las redes sociales, han venido planteado retos tres días a la semana, proponiendo juegos que se podían hacer en los domicilios. Deportistas destacados como la boxeadora Mari Carmen Romero o el ciclista Alejandro Valverde, entre otros, han participado en las actividades. «No queríamos en este momento que se rompieran los esquemas y se nos ocurrió la posibilidad de plantear retos semanales. Todos se pueden realizar en los pisos, sin apenas material y de manera autónoma y divertida, dirigido a niños de Primaria y de Primero y Segundo de la ESO», explica Juan Alcaraz, profesor cartagenero que imparte clases en Los Cánovas, una pedanía de Fuente Álamo. «Desde colegios tan pequeños como donde yo estoy, partió la idea, ya que la sociedad ha cambiado, las nuevas tecnologías inundan todo y nos aportan grandes beneficios, pero también es cierto que estos cambios han hecho que las personas y, muy especialmente, los niños sean cada vez más sedentarios. Por ello urge tomar medidas compensatorias orientadas a buscar un ocio más activo y saludable», explica.

El programa Escuelas Activas sigue adelante ahora, pero ya con la ventaja de poder salir a la calle los niños una hora al día. «Es importante que aprovechen ese tiempo para combatir el sedentarismo, moverse y jugar al aire libre, llevando cuidado porque no se puede hacer en parques ni tener contacto con otras personas. Andar, caminar, patinar, montar en bicicleta y a jugar la pelota son nuestras sugerencias», afirma Alcaraz como consejo para todas las familias. Y para los participantes en Escuelas Activas aconseja que «den al menos durante la salida los 3.500 pasos que les marca la pulsera de actividad física. En cualquier caso, esa hora debe servir para oxigenarse, para que les dé el sol, pero también para que se muevan más y combatan ese sedentarismo al que estamos sometidos por el confinamiento», termina diciendo.