La ujier del Congreso de los Diputados Valentina Cepeda saltó a la palestra pública tras aparecer limpiando el atril del Hemiciclo cada vez que subía a la tribuna de oradores un nuevo diputado. Fue durante el primer pleno celebrado durante el estado de alarma. El servicio de limpieza nunca había sido tan esencial.

Ayer, en la Asamblea, fue el turno de Encarni Ros Hernández. Con guantes y mascarilla, desinfectaba el atril nada más ser abandonado por un diputado.