La pandemia no detiene a las fuerzas y cuerpos de seguridad de la Región que han tenido que adaptarse, como en el resto del país, al nuevo contexto y al estado de alarma decretado. Así lo demostraron ayer en la operación desarrollada por el cuerpo de Policía Nacional, que llevó a cabo varios registros para desmantelar una red que se dedicaba a realizar contratos ilegales o irregulares a inmigrantes a través de empresas ficticias. Al menos dos personas han sido detenidas y, según fuentes policiales, la operación aún continua abierta.
Uno de los registros tuvo lugar en la calle Santa Quiteria de la capital murciana, donde los agentes requisaron documentos y discos duros de ordenador entre fuertes medidas de seguridad y de protegidos con material especial para evitar contagios y la propagación de la Covid-19.
Acordonaron la vía pública y los policías iban subiendo de uno en uno a los locales en los que se hicieron los registros y garantizar de esta forma la separación establecida para trabajadores en los protocolos sanitarios. Algunas de las personas que participaron en estos registros llevaban incluso los traje EPI rotulados con el logotipo de la Policía Nacional.
De esta forma no podían ser confundidos con los sanitarios que visitan a los contagiados en sus domicilios o posibles positivos. Se trataba de no alarmar aunque sí generó expectación entre los vecinos de la zona, que salieron a sus balcones y ventanas y comenzaron a hacer fotografías y vídeos de la actuación de la Policía Nacional, concretamente del servicio de Extranjería y Fronteras.
