La desinfección constante en los locales de la Región ha llegado para quedarse

"Va a cambiar nuestro modo de vida", ha asegurado Joaquín Ignacio Martínez, propietario de Agrícola General del Sureste, empresa especializada en tratamiento con ozono en depuradoras y explotaciones agrarias y que, con la llegada del coronavirus, está aumentando la venta de máquinas que desinfectan con este componente químico.

Así, Martínez ha indicado que concesionarios y lavaderos de vehículos, clínicas dentales, peluquerías y locales de hostelería han comprado este tipo de herramientas, que desinfecta más rápido que la lejía y tienen una efectividad del 99 por ciento al matar al virus en cuatro segundos mediante un sistema de ultrasonidos que convierte el oxígeno en ozono y nebuliza el ambiente.

Por ello, ha explicado, varias empresas están empezando a incorporar a sus locales, naves o industrias arcos y túneles desinfectantes, por el cual pasan los trabajadores antes de incoporarse o abandonar su puesto de trabajo, esterilizando su indumentaria y las partes de la piel expuestas al ambiente.

El ingeniero agrónomo ha advertido de que las empresas y los particulares -suministra máquinas industriales con un precio de entre 400 y 600 euros capaces de desinfectar con ozono una habitación en 15 minutos- van a tener que buscar otras soluciones y "cambiar el chip".

En este sentido, Martínez ha incidido en que la prevención "absoluta" va a tomar aún mayor importancia en las mercantiles, poniendo como ejemplo la repercusión económica y sanitaria que genera a una mercantil la aparición de Covid-19 en sus instalaciones.

Las empresas de control de plagas, como Activa 2, también han visto incrementada su demanda para desinfectar espacios interiores, en este caso los centros de salud del área II-Cartagena, para lo cual utilizan amonio cuaternario.

Su propietario, José María Vaquero, que también imparte clases de limpieza y desinfección en el Servicio de Empleo del Ayuntamiento de Murcia, ha diferenciado entre las tareas que realizan este tipo de empresas y la que están realizando agricultores, organismos y administraciones públicas en el exterior.

Así, ha concretado que la fumigación en espacios abiertos se está haciendo con una solución de agua y lejía, mientras que ellos aplican una pulverización que no moja y abarca a todo el volumen interior de un edificio, para lo cual necesitan que el edificio esté vacío hasta dos horas después de la intervención.

Vaquero ha valorado que las autoridades hayan decidido aumentar y mantener en el tiempo las desinfecciones, que inciden especialmente en superficies con mucho contacto, como picaportes, ratones y teclados de ordenador, monos de trabajo o interruptores de la luz.

Además, están actuando sobre las ambulancias y la indumentria de las zonas de atención a pacientes respiratorios, donde hay más riesgo de aparición del coronavirus, que es "fácil de eliminar pero fácil de contagiar", ha alertado el propietario de la empresa.

En opinión de Vaquero, la pandemia de Covid-19 debe cambiar la forma de actuar en esta materia, ya que la limpieza ordinaria en estos centros "no es suficiente" y tendrá que ampliarse este tipo de actuaciones con desinfectantes durante todo el año, como se hace en quirófanos o en zonas hospitalarias sensibles.

No obstante, ha matizado que las desinfecciones "golpean a bacterias y virus pero no esteriliza el ambiente", teniendo que repetir los tratamientos cada uno o dos días.