Los profesionales de servicios funerarios de la Región de Murcia estiman que el número real de fallecidos por coronavirus facilitada por la Consejería de Salud.

Esto quiere decir que habría entre 40 y 50 muertos más por COVID-19 respecto a los 111 que contabiliza la Consejería de Salud, según ha hecho saber el presidente de la Asociación de Profesionales de Servicios Funerarios de la Región de Murcia (Aproserfu), Julio César Martínez.

Martínez ha señalado que a los 111 fallecidos contabilizados oficialmente son aquellos a los que se les ha realizado ya el test del COVID-19, pero advierte que "hay fallecidos por neumonía que son posibles casos de coronavirus pero a los que no se les ha realizado el test y no computan en la estadística oficial".

«Eso es incierto, por sentido común no puede ser», sentencia la presidenta de la Asociación de Empresas Funerarias de la Región, Natalia Planas, quien asegura que, pese a las decenas de muertos por coronavirus en la provincia, «el porcentaje de fallecidos no se ha disparado» y «nosotros no estamos teniendo más trabajo que otros meses», dado que «la cosa está muy estable y controlada».

En la provincia «hay funerarias que no han recogido ningún fallecido por coronavirus», asegura. «Eso puede ser en comunidades como Madrid», comenta, pero en ningún caso en Murcia.

En la Región «no se ha disparado la tasa de mortalidad como se ha disparado en otras comunidades», destaca, por lo que «no hay descontrol de difuntos ni hay aglomeración, ningún difunto pasa más de 12 horas por enterrarse».

Volviendo a Martínez, él dice que "estadísticamente no han fallecido por COVID-19, pero patológicamente sí", por lo que el número de fallecidos supondría un 40 por ciento más de los que se dan a conocer de forma oficial.

Así, se pone 'neumonía' como causa de defunción en los certificados cuando no han tenido tiempo de hacerles el test, según Martínez, que preside Aproserfu, una entidad que engloba una treintena de trabajadores de funerarias (tanatopractores, chóferes, personal de tanatorio o cementerio).

Señala que la mayoría de estos fallecidos son ancianos con edades comprendidas entre los 70 y los 80 años con patologías previas, como diabetes, EPOC o enfermedades cardiovasculares. Asimismo, se dan casos tanto en hospitales, como en residencias de mayores y en sus propios domicilios.

"Faltan trajes de protección"

Por otro lado, Martínez ha lamentado que los profesionales funerarios están teniendo un problema con los Equipos de protección individual (EPI), ya que solo están recibiendo donaciones de empresas, como 100 pantallas que se han repartido entre todas las funerarias y mascarillas.

A este respecto, lamenta que la Asociación estuvo en contacto con la administración, exponiendo la situación de escasez de equipos de protección y de seguridad. "Nos dieron la razón pero, de momento, no hemos tenido noticias de ellos", critica Martínez, quien cree que actúan "como quien oye llover".

Así, lamenta que algunos profesionales de funerarias están reutilizando equipos, "lavando guantes con lejía, lo que es una pena". Además, destaca que "hay posibilidad de negarse a recoger fallecidos, bien sea de COVID-19 o de lo que sea, alegando falta de EPI, porque lógicamente no van a ir a recoger los cadáveres a cara descubierta".

En cuanto al material, «la Asociación de Empresas Funerarias a nivel nacional nos hizo llegar unos kit de protección que les facilitó el Ministerio de Sanidad, que serán repartidos entre las funerarias de la Región, sean o no socias de la asociación», apunta Natalia Planas.