Desde que comenzara la crisis sanitaria en la Región de Murcia, 16 celadores han sido contagiados por el coronavirus, según los datos que maneja la Consejería de Salud esta semana.

Cualquier persona que trabaje con pacientes afecados por la Covid-19 está expuesta al contagio, por eso son tan importantes los equipos de protección individual en los centros sanitarios. Sin embargo, el protocolo de actuación por el estado de alarma diferencia al personal sanitario del que no lo es. Los celadores, por ejemplo, a pesar de estar en contacto directo con personas portadoras del virus, no están igualmente protegidos que los médicos, enfermeras, o auxiliares.

Desde el sindicato UGT denuncian que, aunque el protocolo oficialmente diferencia por categorías, hace mención a que desde cada área de salud se tenga en cuenta la labor de cada profesional. «Lo que está haciendo el SMS es una temeridad», denuncia María Ángeles del Amo, secretaria del Sector de Sanidad del sindicato. «Si se traslada a un enfermo de Covid-19 de Urgencias a la UCI en el ascensor, nos podemos encontrar con un médico, una enfermera bien protegidos y un celador que no lo está, cuando está tan expuesto al paciente como los demás», señala.

Por este motivo, desde UGT solicitan que se aporten «con carácter de inmediatez» los medios y pruebas necesarias para poder hacer frente a la crisis sanitaria, «exigiendo de los responsables sanitarios correspondientes la adopción de las medidas oportunas». Pero desde el sindicato van más lejos y exigen que se depuren responsabilidades, «tanto administrativa, como civil y penalmente, por los contagios, incluyendo perjuicios personales como patrimoniales, directos o indirectos que se ocasionen, tanto a nivel profesional como en el ámbito familiar».

Esta misma semana se han enviado un escrito al responsable Área 1 de Salud poniéndole una vez más al tanto de la situación. «Si no responden iremos directamente a Inspección de Trabajo», avisan desde UGT, quienes señalan que los propios celadores tienen miedo de poner cara a la situación que están viviendo por «miedo» a sufrir represalias.

Pese a la situación, este colectivo señala que «de ninguna manera» se van a negar a desempeñar su trabajo, «sino todo lo contrario, el prestarlo, en las condiciones laborales legalmente exigibles». Asimismo, recuerdan que trabajar en estas condiciones «pone en peligro no solamente a los celadores, sino también a los pacientes y al resto de la comunidad sanitaria, con la que se convive en el ambiente laboral y social, incluyendo a familia y círculo de amistades».

Fuentes de Salud se remiten al protocolo específico de uso y utilización de EPIs que elaboró el Ministerio de Sanidad cuando comenzó la pandemia en España.