La crisis derivada del coronavirus llevará aparejada una crisis económica que los sectores más vulnerables de la población ya han comenzado a notar: entidades como Cáritas o Cruz Roja hablan de aumentos de entre un 30 y un 50% de usuarios y, en los casos más extremos, se han duplicado las peticiones de ayuda.

«Todas las crisis golpean más fuerte al que es más débil», y en esta no ha sido diferente, explica el secretario general de Cáritas en la Región, Juan Antonio Illán.

Según los datos recogidos en el informe FOESA de finales de 2019, en Murcia un 9,1 por ciento de la población sufre «exclusión moderada» y un 9,4 por ciento, «exclusión severa». Son familias que ya recibían asistencia de Cáritas antes de la crisis pero su situación es ahora «desesperada», ya que han perdido los pocos ingresos que tenían, de «trabajos marginales» como la venta de chatarra o la economía sumergida, o de ayudas de las propias ONG por participar en formación.

Sin embargo, Cáritas ha detectado un importante aumento de nuevos solicitantes de ayudas o alimentos que formaban parte de un amplio 35,1% de la sociedad murciana que vive en situación de «integración precaria».

«En algunos casos, nuestros centros han duplicado el número de usuarios. En las circunstancias menos críticas, hay aumentos de entre un 30 y un 50% de usuarios. Unos vienen por iniciativa propia y otros, derivados por los servicios sociales, pero todos en situaciones límite", ha lamentado.

Desde Cruz Roja, su coordinadora regional, Asunción Juárez, relata una situación similar: desde que comenzó la pandemia la entidad ha recibido más de 2.000 solicitudes reclamando ayudas.

En todo 2019, Cruz Roja atendió la cobertura de necesidades básicas urgentes de 450 familias; desde que se decretó el estado de alarma, se han sumado más de 300 nuevas familias. Ambas entidades han incorporado en estas semanas a unos 400 voluntarios que «arriesgan su salud» para salvar la de los más vulnerables.