Los hosteleros murcianos han pedido a las familias que se han visto obligadas a suspender comuniones este mayo que las aplacen a los domingos de septiembre y octubre, no a los sábados, en los que ya tienen reservadas bodas, y a los sábados de noviembre con el fin de poder atender todo este "balón de oxígeno".

En un comunicado, su patronal, Hostemur, ha llamado a mover las fechas de ese modo porque de otro no podrían acoger ambos tipos de celebración con el fin de ingresar lo máximo posible tras el parón forzoso al que ha llevado a estos empresarios el decreto de estado de alarma por coronavirus.

"Lo más recomendable es que todavía no se fijen fechas, porque el panorama de la reincorporación a la actividad del sector todavía es incierto" después de todas las semanas de cierre obligado para sus establecimientos, indica Hostemur, que incluso ha hecho llegar esta inquietud empresarial al obispado de la diócesis de Cartagena.

No obstante, si se pasan a las fechas que la patronal sugiere se lograrían dos objetivos: "Dar servicio a todos nuestros clientes y lograr ese empujón que vamos a necesitar".