«Es muy difícil. Tenemos una adopción en Barcelona, otra en Madrid y otra en Toledo, ¿cómo los llevas? En estos casos, los adoptantes lo entienden, pero hay otros en los que no. Incluso dentro de la Región, las adopciones se han paralizado. ¿Cómo vas de aquí a Archena, si no se puede?» Así se expresa Lydia Hernández Ruiz, voluntaria de la protectora de animales Equipo Bastet. La situación de alarma sanitaria actual, por culpa del coronavirus, no tiene precedente en la Región ni en España, y está afectando también a perros y gatos. Así, algunas protectoras han optado por restringir el acceso de voluntarios, así como las adopciones, y seguir adelante únicamente con las que estaban tramitadas antes de la pandemia.

Hay que recordar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que no hay evidencia científica de que las mascotas transmitan el coronavirus a humanos. Pese a esto, se han dejado en la calle tanto a perros como a gatos, y las protectoras temen que, cuando pase la crisis, los abandonos se incrementarán. De hecho, en Dogs Rescue, refugio de Calasparra, aseguran que el abandono de animales en esta localidad se han incrementado en un 200% desde que empezó el confinamiento.

Una joven lleva a su gato al veterinario en Cartagena. Iván Urquízar

Así, la Fiscalía de Medio Ambiente ha mandado una carta a los fiscales delegados y provinciales para que estén atentos.

También en China o Italia, los animales sufrieron las consecuencias del pánico de sus dueños. Y, al pararse las adopciones, crecen los problemas de espacio para albergar a las mascotas que esperan un hogar. En Zoonosis del Ayuntamiento de Murcia se han suspendido las adopciones presenciales, pero se puede adoptar mediante la web adoptamur, explican fuentes municipales. Ahí, el usuario encuentra cuáles son las mascotas, perros y gatos, que buscan un hogar, así como una descripción de cada animal. Ejemplo: ‘Misi, gato común europeo, macho, blanco y negro, tiene un año y medio, es un gato bueno y tranquilo, le gusta estar con otros gatos y la compañía de las personas. Vacunado, desparasitado, sano, esterilizado y con microchip’. La persona que virtualmente vea a Misi y se enamore de él, puede llamar a Zoonosis, dar sus datos y esperar a que le lleven a casa a su nuevo amigo.

En cuanto a si se han incrementado las adopciones a perros desde que se decretó el estado de alarma, para tener una excusa, al sacarlos a pasear, para salir a la calle, desde el Consistorio capitalino indican que no se ha notado un repunte exagerado de las adopciones: las habituales.

Desde Zoonosis, no obstante, admiten: «Estamos colapsados y necesitamos más espacio por lo que pueda venir».

El problema de las colonias felinas

Alimentar a las colonias felinas en tiempos de coronavirus es «un poquillo complicado», comenta Lydia Hernández Ruiz, voluntaria de la protectora de animales Equipo Bastet. «Nosotras estamos saliendo, pero es muy difícil poder llegar a todos», relata la joven, que añade que «aunque, como protectora, tengamos un certificado, si un policía dice ‘esto aquí no’, pues es que no». «Así que lo que hacemos es ir a las horas en las que no hay mucho tránsito y procuramos dejarles alimento para varios días», explica la voluntaria.

En Equipo Bastet se ocupan de felinos que viven en las calles de Alcantarilla, Espinardo, Las Torres de Cotillas, La Albatalía y Torreagüera. En estos días de confinamiento han detectado que «se ven más animales que se nota que no han vivido en la calle». La razón, especulan: se trata de las mascotas de personas que no pueden hacerse cargo de ellas, «gente que está contagiada, aislada o ingresada, y sus familiares no les dan cuidados, o los dejan en la calle o los encierran y el animal se escapa en busca de alimento», consideran.

«Por desgracia, hay animales que no tienen alimento», reitera Hernández Ruiz, que, junto a sus compañeras, pasa en la colonia «lo justo, echar agua, comida y salir corriendo». «El otro día tuve que salir de urgencia con un gato de Las Torres de Cotillas, porque tenía una herida y lo llevé al veterinario», especifica.

Al principio del aislamiento, por otro lado, empezó a circular que felinos callejeros se envenenaban al beber productos de limpieza de los que se echan para desinfectar a fondo las calles. Desde el Ayuntamiento de Murcia indicaron que esto es falso. Los productos que se emplean son desinfectantes totalmente inocuos para personas y animales.