La crisis del coronavirus obligó ayer a que el Pleno del Ayuntamiento de Cartagena fuera muy distinto a los de siempre. Con la mayoría de los concejales siguiéndolo y votando desde casa y el resto parapetado con mascarillas y guantes, el aspecto de la sala de Plenos era más bien desoladora. Los presentes mantuvieron en todo momento las medidas de seguridad decretadas por las autoridades sanitarias y demostraron tener mucha paciencia, porque las votaciones telemáticas de sus compañeros obligaron a realizar continuos recesos. Al inicio de la sesión la Corporación guardaba un minuto de silencio en condolencia por los fallecidos de la pandemia del coronavirus y homenaje a los trabajadores que combaten la enfermedad en primera línea.