No tienen miedo estos días y ya están ocasionando importantes destrozos en cultivos de todas las comarcas de la Región de Murcia. La fauna silvestre está teniendo menos presión de la actividad humana en el medio natural estas semanas en las que el estado de alarma confina en sus casas a toda la población. Cabras montesas, jabalíes, arruís, cérvidos y sobre todo conejos de monte han comenzado a ocasionar importantes daños en cultivos de cítricos, cebada, almendros o de fruta de hueso, entre otros. Los agricultores apuntan como causa de estos perjuicios a la menor presencia del ser humano tanto en determinados cultivos como en los montes y sierras de la Región. El foco lo ponen ahora los productores en la proliferación de conejos en al menos 10 municipios que están declarados por la Comunidad como Comarca de Emergencia Cinegética Temporal.

Abarán, Albudeite, Blanca, Campos del Río, Mula y Yecla fueron los últimos territorios en sumarse el pasado 13 de marzo a estas medidas de protección contra los daños provocados por el conejo de monte que establece la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente a través de una orden vigente desde marzo de 2019 y que tiene validez hasta octubre de este año. Esta orden regula los métodos de caza en los territorios afectados por la proliferación de conejos, entre ellos Fortuna, Abanilla, Molina de Segura y Archena. «El problema está en que con el estado de alarma la actividad de la caza se ha suspendido y estamos viviendo un 'boom' de natalidad entre los conejos de monte que como no logremos frenar ahora podremos tener serios problemas de salud», explica Francisco Gil, secretario de organización de COAG Murcia. A mayor cantidad de conejos, mayor presencia de garrapatas que llegan a impedir trabajar en muchas fincas de las comarcas de la Vega Media y Oriental. «Este plaga de garrapatas puede llegar a causar un problema sanitario serio», remarca Gil.

En las fincas de limoneros y pomelos de Pedro Antonio Gomariz, agricultor del Fenazar (pedanía de Molina de Segura), los conejos están causando «estragos». Desde morder las instalaciones de riego por goteo para beber hasta perforar parte del tronco de los limoneros y sus raíces para hacer madrigueras. «En las últimas semanas han destrozado 50 ejemplares de una finca en Molina, se comen la corteza y esto provoca que el árbol se seque», subraya Gomariz.

Captura o caza

Desde COAG Murcia ayer se pusieron en contacto con el director general de Medio Natural, Fulgencio Perona, y con la Federación de Caza de la Región de Murcia para pedir que lleven a cabo un control cinegético urgente con técnicas de captura concretas como el empleo de hurones o jaulas, o de caza con escopeta con cartuchos sin plomo y ecológicos o el uso de perros. «Contando con todas las medidas de seguridad para evitar contagios por coronavirus, queremos emplear a grupos de cuatro cazadores para las fincas más afectadas», señalan desde COAG.

En las pedanías al sur de Murcia y junto a la sierra de Carrascoy, así como municipios como Alhama de Murcia o Totana, también están sufriendo los estragos de la proliferación de conejos. En territorios como Mula, Cehegín y los situados en torno a los grandes espacios naturales de montaña, la mayor presencia de animales como jabalíes, arruís o cabras montesas también provocan daños en los cultivos.

En el paraje de la Venta del Pino, en Cehegín, un grupo de cabras montesas arrasaron el pasado domingo con los primeros brotes en las ramas de los almendros de una finca de 3.000 ejemplares. «Han destrozado la mitad, 1.500 árboles que ya no se podrán emplear para la campaña de este año y habrá que sustituirlos», señala Juani Rojo, agricultora afectada cuya parcela está pegada al monte.