Francisco Javier Sierra, médico de Urgencias: "Intento mantener la cabeza fría cuando llega a la puerta de urgencias un amigo"

A todos los pacientes se les trata con la misma profesionalidad en esta crisis sanitaria, pero el personal sanitario no está hecho de piedra. El médico de Urgencias del Hospital Morales Meseguer Francisco Javier Sierra nunca olvida el momento en el que ve aparecer por la puerta a alguien cercano. «Duele especialmente cuando ves a una amigo o al padre de un amigo llegar, lo sientes más cercano. Intento mantener la cabeza fría, pero si pasa a la UCI...»

Enrique Bernal, infectólogo: "Mis compañeros de madrid y la rioja me avisaron de que esto era una pesadilla"

A Enrique Bernal se le quedó grabada esta frase: «Esto es una pesadilla». Aún no había casos de coronavirus oficialmente en la Región, pero era cuestión de tiempo. «Cuando vi el crecimiento exponencial de los contagiados en Italia, supe que nos pasaría lo mismo», confiesa. Y mirando a China, el país en donde comenzó todo, el especialista en Enfermedades Infecciosas calcula que hasta junio el ritmo de trabajo en los hospitales no volverá a la normalidad.

Francisco Guirao, médico de la UME:"Ver a una persona mayor despedirse de su familia marca, no saben cuándo van a volver"

Uno de los momentos más duros para Francisco Guirao es cuando acuden a casa de un paciente al que deben trasladar al hospital. «Recogemos a muchos casos posibles, que pueden ser o no positivos, saben que los ingresas, pero no cuándo van a volver». Las complicaciones del Covid-19 no tienen edad, pero lo cierto es que suelen darse en personas mayores, las más vulnerables. «Esa despedida marca».

Isabel Cremades, médico en la UCI:"No nos dedicaríamos a esta profesión si nos dieran miedo las enfermedades"

Un médico de la Unidad de Cuidados Intensivos está acostumbrado a ver a los pacientes en las peores situaciones. No hay lugar para el temor: «Si tuviéramos miedo a las enfermedades no nos dedicaríamos a esta profesión», afirma la doctora Isabel Cremades. Sin embargo, sí hay lugar para el «respeto».

Por eso todo su equipo trabaja con en hándicap de los equipos de protección. «Sudas, te deshidratas, te puedes hasta marear», asegura.Raquel Bañon Lorente, médico de familia:"No poder abrazar a una amiga fue lo que me hizo darme cuenta de que esto iba en serio"

Por mucho que trabajara en un centro sanitario, lo que le hizo a Raquel Bañón, R1 en el Hospital Comarcal del Nororeste, darse cuenta de que «esto iba en serio» fue no poder abrazar a una buena amiga que acababa de empezar a trabajar en el mismo lugar. «Yo soy una persona muy cariñosa y cercana y, cuando la vi, fui corriendo a darle un abrazo pero me paré en seco. Ya no podía. Me acostumbré rápido a que todo girase en torno al coronaviurs, pero a eso no».

Thays R. Frutos, enfermera: "Estamos visualizando la comida que vamos a hacer para celebrar que todo ha salido bien"

El mensaje 'Todo va a salir bien' se ha convertido en un lema que acompaña a los españoles confinados en sus casas para seguir aguantando y ganar tiempo a los sanitarios para que estabilicen la curva de casos del coronavirus. El equipo de la puerta de Urgencias de la Arrixaca también lo tiene presente y ya está pensando en cómo van a celebrar «que todo ha salido bien», afirma Thays R. Frutos, enfermera. «Estamos visualizando la comida». Que se prepare Murcia.

Bea López Palazón, enfermera:"Mis padres tienen una mezcla de orgullo y de miedo desde que decidiera irme a Madrid"

Tal vez sea exagerado comparar la historia de Bea López Palazón con la de un hijo que se alista en el Ejército y se va a la guerra. O tal vez no. Lo cierto es que para unos padres en estos tiempos de pandemia, que su hija les sorprenda con un billete de tren comprado para meterse en un hospital colapsado por los casos de coronavirus no debe ser fácil. «Tiene una mezcla de orgullo y de miedo, pero bueno, a mí me va a venir muy bien personal y profesionalmente».

Sole Escavy, enfermera:"Siempre pienso en si he tenido un acto reflejo y me he tocado la cara sin darme cuenta"

? Con el Reina Sofía lleno de pacientes con coronavirus, la sensación de estar en peligro es permanente. «Me da por pensar que he tenido algún acto reflejo sin darme cuenta y que me he tocado la cara... Pero la verdad es que tenemos precaución porque esta enfermedad nos da a todos mucho respeto. Al principio, hasta me planteaba si darle un beso a mi marido y a mi hija al llegar a casa», comenta la enfermera Sole Escavy. Al final, «todo se normaliza» y sí hay beso.

Inma Campillo Alcaraz, auxiliar de enfermería: "Cuando llega la hora de los aplausos les digo a mis hijos: 'esto es por mí'"

Toda plantilla de un hospital se emociona al oír los aplausos de las 8 de la tarde. Inma Campillo, auxiliar en Urgencias de la Arrixaca, ha tenido la oportunidad, cuando los turnos se lo permiten, de salir al balcón con sus hijos a aplaudir por todos sus compañeros. «Es un momento muy especial. Ellos tienen solo 10 y 14 años y yo les digo: 'Aplaudid, que esto también es por mí'. Y me contestan: '¿Cómo va a ser por ti si estás aquí?'».

Joaquín Díaz Carrasco, celador: "Le hice el alta a la 'abuela del soterramiento', fue muy bonito"

Empujando la camilla un celador se encuentra con muchas caras. Esta semana reconoció a Ana Jiménez, conocida en Murcia como la 'abuela del soterramiento' por su activismo a favor de que el AVE no llegara en superficie a la ciudad. Tras haber pasado unos dias ingresada en la UCI por el coronavirus, Joaquín Díaz fue el encargado de hacerle el alta: «Fue muy bonito, ella estaba muy cansada, pero le aplaudimos de alegría porque por fin pasaba a planta».

Amalia Corbalán Vergara, limpiadora"Nunca olvidaré el tanatorio vacío del hospital, ni los familiares se atrevían a entrar"

?En el sótano del Reina Sofía hay un pequeño tanatorio donde los familiares pueden despedirse de los difuntos. Sin embargo, el temor al contagio ha provocado que algunos familiares ni siquiera sean capaces de dar ese último adiós a través del cristal. Eso le tocó ver a Amalia Corbalán, limpiadora del Reina Sofía: «Allí se quedó el cuerpo hasta que se lo llevó la funeraria. No quisieron ni correr las cortinas... Nunca creía que llegaría a vivir algo así».