Agentes de la Policía Nacional se veían obligados a desalojar hoy en Murcia una iglesia evangélica en el interior de la cual había alrededor de 30 personas celebrando el Domingo de Ramos.

Fueron los vecinos los que dieron la voz de alarma, al observar que, pese al estado de alarma decretado (y ahora ampliado) y el obligado confinamiento que éste incluye, debido a la pandemia de coronavirus, en un bajo de la calle Actor José Crespo, en la barriada del Carmen, había decenas de personas practicando el culto.

Domingo de Ramos es una fecha destacada en el calendario cristiano, pues se conmemora la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. De ahí que los presentes, cuando llegó la Policía, portasen ramas de olivo y palmas, al igual que hicieron antaño los judíos para recibir al Señor, apuntan vecinos testigos de lo acontecido.

Los fieles, al ver entrar a la Policía al bajo en el que se encontraban, se mostraron sorprendidos y alegaron que estaban practicando su religión. Numerosos vecinos, que observaban la escena desde sus balcones, se mostraron indignados y comentaron que no se explicaban la situación.

Cada una de las personas se enfrenta a una sanción económica que va de los 600 a los 3.000 euros, mientras que el propietario del bajo podría llegar a pagar de 60.000 a 600.000 euros, por presuntamente haber sido el impulsor de la reunión. No se practicaron detenciones.

El lugar se presenta en su página web como "un centro de ayuda cristiano" e indica que "somos una Iglesia Evangélica cerca de ti", pero deja claro que no son "una religión", porque "la fe no tiene nada que ver con la religión, la fe en acción mueve montañas, como está escrito", consideran.

Aunque ellos afirman ser iglesia evanfgélica, desde la Ferede (Federación de entidades religiosas evangélicas de España) han puntualizado este lunes que este grupo no está adherido como tal a esta federación de iglesias. Es un grupo, asegura la Federación, perteneciente a uno proviniente de Brasil, pero ni siquiera allí está identificados como iglesia evangélica, sino que pertenece a la iglesia universal del reino de Dios.

La pandemia de coronavirus, que ha segado la vida de miles de personas en todo el mundo, obligaba a suspender, en la Región y en España, tanto los actos de Cuaresma como las procesiones de Semana Santa, pese a los cual estas personas parece que se resistían a quedarse sin celebrar Domingo de Ramos. El obispo de Cartagena, José Manuel Lorca Planes, ya instaba a los fieles, incluso antes de decretarse el estado de alarma, a que viesen la Santa Misa por televisión.