Un hombre que había salido dos días antes de prisión e intentó atracar a un taxista al que, presuntamente, puso un cuchillo en la espalda se echó a llorar cuando este le dijo que lo llevaría al sitio que le dijera, pero que no le hiciera daño.

Así se recoge en las diligencias en las que se indica que este hombre, D.M., de 42 años, fue detenido por la Policía cuando se acercó a la Jefatura Superior de Murcia en el momento en que el taxista denunciaba los hechos y que nada más verlo aparecer lo señaló como la persona que momentos antes había cometido los hechos.

Señalan las diligencias que el juzgado de guardia de Murcia ordenó este jueves su ingreso en prisión, lugar del que había salido dos días antes tras la sentencia de conformidad dictada por un juzgado de instrucción de Cartagena después de que reconociera en el juicio que el pasado trece de marzo había intentado robar en una farmacia de esta ciudad.

La pena de diez meses y 16 días de cárcel que le fue impuesta entonces fue dejada en suspenso durante tres años a condición de que durante ese tiempo no volviera a cometer delito alguno y de que se sometiera, “a la mayor brevedad posible”, a someterse a un tratamiento para desengancharse de la droga.

En cuanto a los hechos protagonizados ahora, el atestado policial señala que los mismos se produjeron este miércoles, cuando este hombre requirió los servicios del taxista en la pedanía murciana de El Palmar para que lo trasladara a la capital, en concreto, a las inmediaciones de la plaza de toros.

Antes de llegar a ese lugar, a la altura de plaza de la Cruz Roja de Murcia, según la denuncia del taxista, le colocó un cuchillo en la espalda, aunque finalmente no le causó ninguna herida ni llegó a entregarle dinero alguno porque se puso a llorar cuando le pidió que no lo lesionara.

Fue entonces cuando el detenido le dijo que era la primera vez que cometía un hecho así, para, momentos después, abandonar el taxi en el instante en el conductor había detenido la marcha ante un semáforo en rojo y haciéndolo de forma tan precipitada que se olvidó de que su equipaje estaba en el maletero del coche.

Cuando el taxista reanudó la marcha con intención de dirigirse a la Jefatura Superior de Policía, ubicada en las inmediaciones, aquel salió corriendo tras el coche para pedirle disculpas y rogarle que no lo denunciara, ya que, añadió, acababa de salir de la cárcel.

En sus primeras declaraciones a los agentes, aseguró que nunca había utilizado ningún cuchillo como arma intimidatoria, sino que fue un palo.

El ingreso en la cárcel ha sido ordenado por el juez al constarle el antecedente del intento de robo con intimidación en la farmacia de Cartagena, en la que no llegó a apoderarse de dinero alguno al ser retenido por los empleados, y por la gravedad de los hechos presuntamente cometidos ahora.

También se ha tomado esa medida para evitar la reiteración delictiva y para asegurar su presencia en el juicio.