Personas contagiadas por coronavirus o en cuarentena, pacientes con problemas de movilidad o con enfermedades crónicas. Los farmacéuticos de la Región de Murcia tienen permitido desde hace unos días el reparto a domicilio de medicamentos u otros productos sanitarios para asegurar la continuidad del tratamiento de aquellas personas con patologías de riesgo, vulnerables físicamente o que se encuentren aisladas. Este servicio domiciliario se producirá solo mientras dure el estado de alarma y se centrará en aquellos pacientes que viven solos y no tienen apoyo de ninguna otra persona.

Javier Sánchez, farmacéutico titular de una farmacia 24 horas en la avenida Juan de Borbón de Murcia, lleva unos días completando estos encargos entre las cuatro y las nueve de la noche, con entre 6 y 15 repartos diarios entre pacientes que, como él indica, «conocemos y sabemos que viven solos, que no tienen ninguna posibilidad de apoyo». Tras una llamada, el paciente debe indicar si tiene receta electrónica para dispensar los tratamientos que necesite y, en caso de no necesitar preinscripción, «el farmacéutico debe asegurarse que los medicamentos solicitados son adecuados a los síntomas que padece el paciente», remarcan desde el Colegio de Farmacéuticos de la Región de Murcia.

«Recuerdo a una señora con un hijo de 14 años. Ella estaba en cuarentena y su hijo tenía fiebre, solo nos pidió un termómetro porque no tenía a nadie que pudiera ir a la farmacia por ella. No es un medicamento pero nosotros atendemos a todo tipo de pacientes», explica Sánchez.

Este servicio a domicilio se ha llevado a cabo gracias a una instrucción que negoció el Colegio de Farmacéuticos con la Consejería de Salud. El personal de cualquier farmacia tiene prohibido publicitar este servicio ya que la legislación actual no permite el reparto a domicilio de medicamentos: «Esta es una situación excepcional, un servicio que cubrimos para las personas sin apoyo», remarcan desde el Colegio.

Javier Sánchez, por su parte, subraya que son muchos los pacientes que «desgraciadamente tienen que hacer uso de este servicio para continuar con sus tratamientos».

El farmacéutico debe emplear mascarilla, guantes y bata para asistir al domicilio del paciente y, sin entrar en la casa, deja la bolsa con los productos en la puerta. «No llegamos a estar en contacto con la persona, todo lo que necesitamos saber lo preguntamos por teléfono».

Apoyo de Protección Civil

El Colegio de Farmacéuticos ya se ha puesto en contacto con varios municipios para que, en el caso de necesitar apoyo los farmacéuticos para repartir a domicilio los medicamentos, puedan echar una mano tanto Protección Civil como voluntarios de Cruz Roja. «Hemos recibido respuestas positivas de todos los ayuntamientos». En zonas rurales, señala el Colegio, el propio farmacéutico podrá repartir en su vehículo los medicamentos que les pidan los vecinos.