La decisión del Gobierno central de ampliar la lista de actividades que deben parar a causa de la epidemia de coronavirus ha mandado este lunes a casa a más de 40.000 trabajadores de la construcción para evitar contagios. Este sector ya había trabajado a medio gas en la Región desde que el Ejecutivo regional lo dejó fuera de la lista de actividades esenciales y las instituciones públicas suspendieron las obras que tenían a punto de iniciarse o en marcha. La incertidumbre creada ante la contradicción entre la normativa estatal y regional, que ahora desaparece, había reducido la actividad de la construcción al 65%, según indicó este lunes el presidente de la patronal Frecom, José Hernández.

El pasado viernes se detectaron dos casos de coronavirus en una empresa de la Región.

El presidente de Frecom explicó que el nuevo decreto conocido este domingo, que establece un permiso retribuido hasta el 9 de abril para los empleados del sector, permite mantener la vigilancia en las obras que han sido clausuradas. Sólo podrán continuar los proyectos urgentes, como las obras contra las avenidas.

El decreto ha dado un plazo de 24 horas a las empresas para clausurar las obras y adoptar las medidas necesarias para garantizar su seguridad mientras dure el parón de dos semanas impuesto por el Gobierno.

José Hernández considera que la construcción es uno de los sectores en los que existe menos riesgos de contagio del Covid-19 si se adoptan los protocolos y las medidas de seguridad establecidos. Apuntó que si se produce algún caso, entonces sí que habría motivo para parar una obra.

Se lamenta de que las empresas no pueden acogerse a los expedientes de regulación temporal de empleocomo el resto de sectores que han cerrado ni tampoco despedir a sus trabajadores, a pesar de que «la licitación pública se ha parado», porque la Administración ha suspendido el inicio de las obras que están adjudicadas y ha dejado de sacar nuevos proyectos.

José Hernández, que el domingo por la noche ya emitió un comunicado para aclarar a las empresas cuál era su situación a partir de este lunes, considera que el anuncio del presidente del Gobierno central fue «improvisado e impreciso, lo que lleva a un mayor estado de incertidumbre a las empresas y los trabajadores».

Durante toda la semana la patronal de la construcción ha venido quejándose de que la falta de previsión de la Comunidad y del Gobierno central pone en peligro el mantenimiento de 41.000 empleos y la supervivencia de las empresas, tal y como ocurrió en 2008.

Por su parte, el consejero de Empleo, Miguel Motas, ofreció ayer su apoyo y se comprometió con la dirección de Frecom a «estudiar las opciones más viables, para que los trabajadores de la construcción puedan recuperar las horas de trabajo que en estos días no van a poder desarrollar, como consecuencia de la decisión del Gobierno central, de implantar el permiso retribuido recuperable entre el 30 de marzo y el 9 de abril».