Jorge llevaba dos meses viviendo en la calle "por problemas con el alcohol", aunque ahora mismo "me encuentro bien, sin beber, y pienso seguir así". Juana sobrevive a la intemperie desde hace como un mes, porque se escapó con su novio, tras lo cual, asegura, su madre se niega a volver a admitirla en casa. Ninguno de los dos tendrá que pasar el confinamiento en la vía pública: tienen un techo en El Valle.

El parque regional, en Murcia, se ha convertido en el hogar de los que no tienen uno, y así será durante el tiempo que esté vigente el estado de alarma decretado por la pandemia de coronavirus, explican desde la Consejería de Mujer, Igualdad, LGTBI, Familias y Política Social del Ejecutivo autonómico.

Además de Jorge y Juana, en El Valle reside ahora David, que se quedó en la calle el día 11 de marzo, poco antes de decretarse el confinamiento. Llegó a su nueva casa por mediación de los profesionales del Servicio de Emergencia Móvil y Atención Social (Semas) y ahora se siente "muy agradecido".

La Dirección General de Servicios Sociales y Relaciones con el Tercer Sector acondicionó el albergue de El Valle el pasado viernes y desde entonces aloja a 25 personas de Murcia, Molina de Segura y Beniel, aunque tiene capacidad para medio centenar.

Muchos de los ahora residentes iban a Jesús Abandonado a comer, pero no disponían de plaza para pasar la noche.

La pregunta se planteó nada más decretarse el estado de alarma y el consiguiente confinamiento: ¿Cómo podía pedirse a una persona que no tenía casa que se quedase en la misma? En Jesús Abandonado y Hogar Sí (antes Fundación Rais) se vieron desbordados para ver cómo atender a indigentes, muchos de los cuales presentaban patologías y adicciones.

En las colas del comedor social, por ejemplo, se pusieron normas: una distancia de seguridad y una sola persona por mesa, explicó entonces Jesús Abandonado a este diario.

"Cáritas, Hogar Sí, la Dirección General de Protección Civil, Cruz Roja y el Semas del Ayuntamiento de Murcia colaboran con la iniciativa de la Consejería, que garantizará un techo a medio centenar de personas sin adicciones, ya que quienes sí las tienen serán derivados a uno de los dos emplazamientos abiertos en Cartagena, donde serán diagnosticados y recibirán los fármacos que requiere su tratamiento", indican desde el departamento que dirige Isabel Franco. Ahora, en El Valle, estas personas tienen zonas donde hacen deporte y, sobre todo, tienen tranquilidad.

José López Mellado, director general de Servicios Sociales, valoró el apoyo de Cáritas que, además de encargarse del acompañamiento y la intervención social de las personas sin hogar trasladadas a El Valle, gestiona el residencial El Coto en Cartagena y El Peñasco, en Mazarrón.

López Mellado manifestó que la empresa Ferrovial se encarga de la limpieza y desinfección del albergue de El Valle y El Peñasco y el Ayuntamiento de Cartagena de los dos ubicados en su ciudad.