«Es inhumano». Así aseguran teleoperadores de una empresa de Murcia que es lo que viven desde hace días en su puesto de trabajo, al cual, afirman, tienen que seguir yendo, pese al positivo en coronavirus de un supervisor. Este hombre permanece ingresado en un hospital de la Región.

Son más de mil los empleados de la firma, una tecnológica que presta servicio a la empresa Orange y tiene su sede en el polígono industrial de Cabezo Cortado. Varios de ellos explicaron a LA OPINIÓN que se sienten «desamparados» ante la crisis.

Tras conocerse el positivo, «una compañera ha llamado a Recursos Humanos para decir que está en cuarentena y le han contestado que se pida una baja o coja días de asuntos propios», explicaba una empleada, que se ha cogido la baja, al presentar un cuadro febril. La mujer pide «que se busque una solución».

«Lavar los mismos guantes»

«Nos dijeron que tenemos que lavar los guantes y reutilizarlos, porque no quedan», afirman dos jóvenes empleados de la sociedad.

Hay otro extremo, subrayan, y es que no les facilitan el teletrabajo y como excusa ponen que «Orange no da licencias para acceder a las bases de datos». Quienes sí trabajan desde casa «se han tenido que comprar sus propios auriculares», denuncian.

«Nos informan de que se hará una desinfección especial y más exhaustiva de la planta donde este compañero realizó su actividad», apostilla el comité de empresa, en una comunicación mandada a sus trabajadores. Sobre el positivo, «todos los que no han tenido contacto directo no deben alarmarse», consideran. Sin embargo, los trabajadores sostienen que no hay forma de saber quién ha contactado con esta persona, ya que se trata de un supervisor cuya labor le obligaba a desplazarse por varias dependencias de la firma. «Muchos se han cogido ya las vacaciones de verano», apuntan.

Este periódico se puso en contacto con la empresa, para tratar de obtener su versión, sin éxito.