Si la situación de confinamiento no fuera suficiente para alterar el sueño de los murcianos, en la madrugada del sábado al domingo se volverá a adoptar el horario de verano, lo que significa que a las dos serán las tres. Una hora más de luz -a partir de que adelantemos la aguja pequeña del reloj el aplauso a nuestro sanitarios se hará todavía de día-, pero también una menos para dormir. Cabe recordar, además, que se trata de una medida adoptada por los países miembros de la Unión Europea en el año 2000 sobre la base de un mayor ahorro energético -más horas de sol, menos de luces encendidas-, aunque, en esta situación de cuarentena, las cuentas, ya de por sí puestas en duda por buena parte de los expertos, no acaban de salir... En cualquier caso, todo parece indicar a que podrían quedarnos pocas vueltas a las manecillas, ya que en 2018 la UE se planteó el fin de los cambios de hora; un proceso abierto que, si bien pretendía cerrarse un año después, se ha dejado para 2021.