Cuando se le pregunta por qué debemos hacer para mantenernos sanos mental y psicológicamente durante este encierro, Juan Antonio Madrid nos invita a trabajar tres campos: los hábitos, la información y los objetivos.

Antes me hablaba de tres campos que deberíamos trabajar los ciudadanos de a pie para sobrellevar esta cuarentena. Desarróllemelo.

Los hábitos, la información y los objetivos, sí. Sobre los hábitos, en primer lugar, debemos establecer horarios regulares para cada una de nuestra actividades: sueño, comidas, actividad física, ocio, y contactos sociales (aunque sean virtuales). En segundo lugar, hemos de tratar de diferenciar o contrastar lo más claramente posible los tiempos y los lugares destinados al descanso, a la actividad, al trabajo y al ocio.

Comenzar el día activándonos con algo de ejercicio y exposición a la luz natural, no trabajar en la cama, vestirnos como si fuésemos a salir fuera de casa, movernos lo más posible y evitar pasar las horas sentados ante las pantallas son algunas de las estrategias recomendables. En tercer lugar, es importante reservar un tiempo suficiente para el sueño y tratar de adelantar los horarios de las comidas (el almuerzo no más tarde de las tres y la cena al menos dos antes de ir a dormir). Y recuerden, antes de dormir emplear luz cálida y desconectar de todo tipo de noticias preocupantes y de pantallas electrónicas.

Otro problema que afecta al sueño es el exceso de información, muchas veces inútil, no contrastada, con abundante proliferación de noticias falsas que en nada ayudan a resolver esta situación y que desbordan nuestras mentes hasta el punto de que impiden que nos concentremos en otro tipo de tareas más productivas. Por ello, hay que tratar de poner límite a esta entrada de información y no bloquear los sistema informáticos reenviando noticias irrelevantes o no contrastadas.

Finalmente, en ésta, pero también en cualquier otra época, creo que es importante que evitemos centrarnos en «matar el tiempo». Cada día de este encierro debería comenzar con algún propósito u objetivo que nos haga levantarnos con ánimo. Puede ser implicarnos en iniciativas solidarias, aprender a cocinar de forma saludable, a instalar algún programa para comunicarnos con los hijos o a clasificar las fotografías antiguas. O cualquiera de esas cosas para las que nunca encontramos tiempo.